|
Ahora es un impuesto al trabajo
 Cuando se discutió la reforma tributaria en 2006 y 2007, el Frente Amplio en su conjunto se identificó con el engañoso eslogan de “que pague más el que tiene más”, lo que fue contradicho desde la oposición, que sostenía que en realidad se trataba de un gravamen que iba a castigar el trabajo.
Es curioso advertir ahora a varios dirigentes del Frente Amplio o de la central sindical que se oponen al ajuste fiscal del gobierno y afirman que no hay que castigar más al trabajo.
Desde el moderado presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira hasta el más radical diputado Luis Puig todos indican que es injusto que se haga caer sobre los trabajadores el peso de las medidas para recaudar más.
Es decir, como dijimos entonces, el IRPF es un injusto e inconveniente impuesto al trabajo, lo que sostuvimos entre otros anteriormente pero no era reconocido por el oficialismo. Ahora, cuando las papas queman, el asunto es distinto...
El diputado Luis Puig (PVP) dijo a El País que el ajuste propuesto por el Ejecutivo “cae sobre la renta del trabajo y no sobre el capital. Consideramos que no es apropiado, que se debe cambiar y lo vamos a reafirmar tratando de buscar que se elimine el aumento”. Además evaluó como negativo el retraso de la inversión pública y la postergación de partidas. |
|
|