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Bonomi quiere maquillar otra vez las cifras

Ante el impacto negativo que tienen los datos sobre el crecimiento del delito, el Ministerio de Interior propone otra vez un cambio en los criterios de medición. Bonomi ya hizo eso en 2010 y ahora, cuando le sigue yendo mal, procura otra vez maquillar la realidad.

Apenas asumió en 2010, el Ministro Eduardo Bonomi tuvo un conflicto con el entonces director del Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad, el sociólogo Rafael Paternain, quien terminó renunciando por discrepancias con la presentación de las cifras que hacía Bonomi, quien ya en ese momento “usó algunas cifras de delitos y descartó otras”.

En lugar de Paternain, un sociólogo adherente al Frente Amplio, Bonomi designó a un funcionario de su confianza. Días antes de esa decisión, el Ministro había tomado una serie de medidas de censura a la Jefatura de Policía de Montevideo, restringiendo la información que podía darse al público. Quiere decir que el Ministro Bonomi no tiene buenos antecedentes en la materia, ya que desde el comienzo de su gestión ha querido “acomodar” las cifras a su medida. Como Correo de los Viernes hace notar en otra nota de esta misma edición, el Ministro viene anunciando hace años que bajarán las rapiñas, propósito en el que ha fracasado, por lo que ahora va por un nuevo intento autoritario.

Según medios de prensa el Ministro se reunió con el Rector de la Universidad y con los Decanos de la Facultades de Derecho y de Ciencias Sociales para procurar la creación de un nuevo instituto de medición de los delitos, con criterios técnicos distintos a los que se usan actualmente, dado que está disconforme con los resultados del trabajo del Observatorio, ese mismo que “intervino” en 2010 con personal de su confianza, pero que mantiene “problemas metodológicos” que le impiden llegar a “conclusiones correctas”.

Pero así como el sociólogo Paternain desmintió al Ministro en ese entonces, el actual director del Observatorio, Javier Donnangelo, sostuvo en una comisión parlamentaria que Bonomi está mal asesorado y que “realizó una serie de declaraciones que no son las más afortunadas”, según versiones de prensa.

El jerarca –que tenemos la impresión de que va a durar muy poco en su cargo– informó al cuerpo parlamentario que el problema radica en las diferencias entre el Observatorio y el Ministro sobre la contabilización de las rapiñas. Dijo que “unos días antes de que las declaraciones (de Bonomi) aparecieran en la prensa, un asesor político del Ministerio me llamó por teléfono y me preguntó cuál era el criterio de contabilización de las tentativas de rapiña y si estas se sumaban a las rapiñas consumadas... A los pocos días de haber recibido la consulta telefónica aparece (la información sobre la creación de un nuevo instituto), con lo cual me es inevitable asociar las dos circunstancias”.

Donnángelo agrego que “la esfera política y la técnica deben mantenerse rigurosamente separadas, porque cuando esta separación no se cumple entramos en un terreno resbaladizo que puede llevarnos a que un día cualquier jerarca político, cualquier ministro o presidente, pretenda decirle a un neurocirujano como extirpar un tumor cerebral”.

Queda claro, entonces. El Ministro Bonomi está preocupado por el total de rapiñas y no le gusta que los servicios técnicos del Ministerio informen sobre esa realidad, mucho más terca que las promesas ministeriales.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.