Nuestra oposición está —salvo muy contadas excepciones individuales— como los osos, en hibernación. Esos plantígrados, así como otros animales, entran en un estado fisiológico con adaptación a condiciones invernales extremas y la oposición uruguaya después de las últimas elecciones, parecería que ha decidido hacer lo propio, o sea desaparecer en la fijación de la agenda política.
Algunos de ellos, como bien señala Claudio Paolillo, en “La inquietante inquietud de la oposición” (Búsqueda, 25/06/2015), los del grupo del senador y ex candidato a la Presidencia de la República, Luis Lacalle Pou —según lo han expresamente afirmado— porque no encuentran su lugar en la cancha, dada la guerra fría entre el vazquismo y el mujiquismo.
Otro blanco, Juan Martín Posadas, concluye: “Si el Frente Amplio no se transforma, será imposible transformar al Uruguay” (“La historia domesticada”). Y dice Paolillo con toda razón: “Ni siquiera importa aquí la mera existencia de la oposición: el Frente Amplio es el Uruguay”. Y agrega, con no menos acierto: “¿Por qué no trabajan duro y en serio sobre el “imaginario colectivo”, la “mentalidad” y la “cultura” del 48,5% que ya tienen, a pesar de todos los pesares?”
Y, lo mismo ocurre en mi Partido Colorado, aunque no quiero ser yo el que entre en detalles sobre el particular, para darle al Frente Amplio más municiones de las que ya tiene y que, contrariamente a los Partidos Tradicionales y al Independiente, no desaproveche oportunidad para señalar errores, machacarlos, agrandarlos, cuando no directamente tergiversarlos y así disimular ante la frágil memoria de la opinión pública, a Ancap, Alur, las viviendas sindicales del Pit-Cnt, Pluna, Fonasa, Asse, Casinos, etcétera, etcétera.
Por supuesto, que de vez en cuando el letargo opositor sacude levemente su sopor, pega un tinguiñazo sobre alguno de esos temas y vuelve presto a su modorra. Pero muchas veces ese estado de hibernación opositora, impide mismo el propio y débil capirotazo y se silencian hasta violaciones a la Constitución.
Por ejemplo, el senador José Mujica viajó a Europa a visitar al Papa Francisco, pasear por su pueblo Muxika, talentear conferencias vendiendo la falacia de su eficiencia gobernante, la marihuana, el matrimonio igualitario, el consumismo, el pobrismo y la filosofía del lugar común; ante un público de snobs admiradores, que jamás lo votarían aunque lo consideran un Superman que el subdesarrollo supo engendrar y que ellos —los ricos— no han podido producir.
Sin embargo, el estado de hibernación opositor hizo que NINGUNO de sus legisladores recordara en Cámara, que el artículo 172 de nuestra Constitución dispone: “el Presidente de la República (...) durante el ejercicio del cargo o dentro de los seis meses siguientes a la expiración del mismo durante los cuales estará sometido a residencia, salvo autorización para salir del país, concedida por mayoría absoluta de votos del total de componentes de la Asamblea General, en reunión de ambas Cámaras”. Porque esa reunión nunca se dio y por ende, tampoco la autorización.
Es evidente que la ideología del FA y su ineptitud para gobernar en algunas áreas, harían las delicias de cualquier oposición firme y organizada, en muchas partes del mundo, no obstante lo cual, nuestros dirigentes no encuentran el camino y en este momento de hibernación, tampoco lo buscan. Y por eso mismo, la dialéctica gobierno-oposición se verifica dentro del Frente Amplio, sin espacio para la verdadera oposición, que debe ser la expresión de la controversia en el proceso de formación de la voluntad política y de la adopción de decisiones.
Y el escenario político es por definición la aspiración a un mismo objetivo de fuerzas oponentes: la conquista o la reconquista del poder. Y nosotros representamos —como lo recuerda Paolillo— nada menos que el 48,5% del electorado. Entonces ¿qué estamos esperando para terminar la hibernación y empezar a marcar presencia? ¿La llegada de un Mesías? ¿O apostar a seguir dejándole la iniciativa al FA con la esperanza que —en descabellada hipótesis — como el Graf Spee, se eche voluntariamente a pique?
(Búsqueda, 01/07/2015)