La revista brasileña Veja es una de las más importantes del mundo, tanto por su enorme circulación como por la seriedad y profesionalidad de sus enfoques periodísticos. Nunca son desmentidos sus análisis e informaciones.
En su última edición –registró aquí el semanario Búsqueda– Veja sostuvo que Dilma Roussef, la presidente de Brasil, se inclinó por la posición de expulsar a Paraguay del Mercosur en 2012 a partir de los informes de los servicios de inteligencia de Cuba y de Venezuela, que diagnosticaron que la destitución por el Parlamento del ex presidente Lugo fue en realidad un golpe de estado organizado por la mafia.
Veja realizó su investigación a partir de la publicación del libro “Una oveja negra al poder. Confesiones e intimidades de Pepe Mujica”, de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz. Allí se relata una parte del episodio, dado que Mujica cuenta que tuvo dudas sobre la expulsión de Paraguay, pero que fue convencido por Dilma.
A partir de allí, la revista relata cómo fue que la Presidente brasileña fue conformando su opinión, manejando fotos, grabaciones e informes de los servicios de inteligencia venezolanos y cubanos para demostrar que lo que ocurrió con Lugo fue un “golpe de Estado” organizado por una “mafia”.
El artículo de “Veja” sostiene que la influencia de Dilma tuvo el “efecto deseado” y que Mujica “cedió” a las “presiones ideológicas, sin dejar de reconocer la ausencia de criterios jurídicos para la maniobra”. Y agrega: “Así fue que los presidentes que acusaban al Congreso paraguayo de haber dado un golpe de Estado dieron... un golpe en el Mercosur”.
Fue en esa circunstancia que Mujica sostuvo que “lo político” prevaleció sobre “lo jurídico”, tras lo cual, el Mercosur expulsó a Paraguay, que se oponía al ingreso de Venezuela, país que pasó desde ese momento a ser miembro del Mercosur.
Veja se pregunta si “los espías extranjeros estaban al servicio de Dilma” o si ella, la Presidente, “estaba al servicio de ellos”.
Lo mismo cabe preguntarse sobre la criticable actuación del entonces Presidente uruguayo, quien indudablemente no solo se apartó de los principios jurídicos sino que además se dejó presionar por Brasil, en el mejor de los casos, o por los espías cubanos y venezolanos en la peor de las circunstancias.
Lo que es claro es que la publicación de Veja deja muy mal parados a Dilma, a Mujica y al Mercosur.