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Nadie confía en Bonomi, ¿hasta cuándo sigue?

Aunque el Ministro Bonomi no habla tanto como el ex Presidente Mujica, es indudablemente uno de los voceros más habituales del oficialismo: casi todos los días nos anuncia que ahora van a bajar los delitos. Como en el primer trimestre de 2015 el crecimiento de las rapiñas no fue tan severo como en el período similar del año anterior, señaló esa conquista con cierto alborozo, pero no hizo declaraciones sobre la tendencia del año anterior, que mostró un incremento importante en todas las modalidades delictivas.

Con todo, el Ministro estuvo bastante realista al afirmar que nadie puede dar garantías de que la promesa de Vázquez de rebajar un 30% las rapiñas al final de su período pueda cumplirse. Bonomi dijo que él hará todo lo posible, pero que no es seguro que la meta se cumpla. Antes de las elecciones, Bonomi había dicho que la meta planteada por Vázquez es “perfectamente posible”. Ahora que ya pasaron las elecciones, admite las dudas…

Es que, viendo la evolución del delito desde 2005 para acá, con un crecimiento incesante de las rapiñas y de los robos, cabe preguntarse qué llevó al Dr. Tabaré Vázquez a esa osada promesa electoral. No hay ninguna razón para creer que esa rebaja sea posible. El Ministro dice que se han mejorado mucho los sueldos de la policía y que se han realizado incorporaciones tecnológicas como la video vigilancia y los programas para determinar con antelación cómo evolucionará el delito pero promesas similares se realizaron desde hace años y sin embargo las cifras siguen siendo muy abultadas y crecientes.

Recordemos; a mediados del gobierno de Mujica, en 2013, y cuando una serie de rapiñas a comercios y asesinatos de sus empleados conmovieron al país, el gobierno hizo varios consejos de Ministros y de allí surgieron diversas medidas de reorganización policial, procurando una mayor descentralización en Montevideo, fortaleciendo las comisarias y prometiendo mayor presencia policial en los “barrios rojos”.

Sin embargo, las muy promovidas medidas no dieron resultado y el delito siguió creciendo. Lo único concreto que salió de aquellas reuniones gubernamentales, llevadas a cabo con gran hermetismo y en el medio de una ola de expectativas, fue el engendro de la marihuana, que todavía no pudo reglamentarse y no sabemos cómo funcionará, aunque presumimos que será una política fracasada y dañina.

Lo cierto es que Bonomi lleva ya cinco años largos como Ministro de Interior. Acompañado nada menos que por el hermano del Dr. Vázquez, ha contado con el mejor de los apoyos oficiales posible. Maneja un presupuesto en ascenso, no es trancado por la oposición y accede a la prensa cada vez que quiere. Sin embargo, los resultados no llegan. Hábil declarante, el Ministro siempre tiene una explicación; primero fue la corrupción policial, después fue lo difícil que es entrar en los barrios rojos, luego los ajustes de cuentas y ahora, sí, por fin, la policía tiene que empezar a mostrar resultados.

Dentro de dos o tres años, cuando los resultados sigan empeorando ¿ que excusa ensayará el Ministro? No lo sabemos, pero estamos seguros que intentará alguna explicación aunque es indudable que su menguado crédito se irá agotando.

En un tema principal para la convivencia, el país tiene políticas ineficientes y jerarcas desconfiables. Vamos bien.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.