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La Universidad viola la Constitución y la ley
 Un grupo de distinguidos universitarios publicó una carta en la prensa criticando la adhesión oficial de la Universidad a la marcha de solidaridad con Venezuela. Sostienen que esa actitud viola la ley orgánica de la Udelar y colide contra la propia Constitución de la República. Reproducimos aquí esa carta en la versión publicada por Búsqueda:
Sr. Director:
De acuerdo a como se informa en el portal de la Universidad de la República, el rector de esta casa de estudios anunció la adhesión de la institución a la convocatoria a una marcha por la paz que se realizó el pasado 23 de marzo. Se suma de esta forma la Universidad al PIT-CNT y al Frente Amplio y otras organizaciones que marcharon bajo la consigna de: "Por la paz en América Latina, por la autodeterminación de los pueblos y en solidaridad con el pueblo de Venezuela".
El rector participó además en una conferencia de prensa junto a la presidenta del Frente Amplio, Mónica Xavier, y al co coordinador del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, Marcelo Abdala. En este contexto se realizaron un conjunto de juicios valorativos sobre la situación en Venezuela.
El rector citó, además, una declaración del Consejo Nacional de Universidades de Venezuela que rechazó por unanimidad la orden Ejecutiva de Estados Unidos, la denunció "por injerencista y lesionadora de la soberanía de la patria", y reafirmó la integración latinoamericana en organismos como la UNASUR, el ALBA, OEA, MERCOSUR y CELAC.
Es de destacar que esta última declaración es firmada por Manuel Fernández, ministro-presidente del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología de Venezuela. Lejos está de ser un ámbito representativo del demos de un Consejo Nacional de Universidades. La Universidad de la República, hija de los principios de Córdoba y de la autonomía universitaria, debería ser particularmente cuidadosa en este tipo de adhesiones complacientes al poder gobernante.
Lo que ha motivado al rector a este pronunciamiento ha sido el apego a la Ley Orgánica, en particular a su artículo 2. En nuestra opinión, los postulados preestablecidos en este artículo 2 de la Ley Orgánica no se avienen con este tipo de pronunciamientos. Muy por el contrario, se hace eco de una interpretación particular, identificada con una visión ideológica y política. Esta posición es quizás representativa de la minoría mayor en el país, pero lejos está de ser una opinión ampliamente mayoritaria ni el único punto de vista asumible sobre este tema. De acuerdo a los propios principios que el artículo 2 de la Ley Orgánica establece, la UdelaR no estaría, en el caso, respetando las formas democrático-republicanas de gobierno. No se las respeta cuando —de hecho— se ignora que sobre este tema existen opiniones y posturas radicalmente diferentes de la que están adoptando los convocantes de esta marcha. Esas otras opiniones son igualmente respetables y deben ser consideradas. Al adherir a las consignas y a la marcha las mismas son excluidas e ignoradas.
Esta práctica de la UdelaR, de quedar capturada en un discurso político partidario, ha sido histórica en esta institución y violenta otro principio general, ahora de la Constitución de la República y de la Ley de Educación vigente, que refiere a la laicidad del Estado y de la educación pública (artículo 5 de la Constitución de la República y 15 y 17 de la ley de Educación 18.437). En la segunda década del siglo XXI, con un país consolidado en sus instituciones democráticas, es momento oportuno para que la ciudadanía se pregunte si la UdelaR debe mantener estas prácticas tributarias de otra época y totalmente distintas de la historia política del país. Es bueno además que la propia UdelaR se lo cuestione y revise su forma de participar en el debate público.
Nos preguntamos, por ejemplo, si no sería mejor sustituir esta vocación por declaraciones y adhesiones, por una acción más proactiva y representativa de las diferentes posturas, aún polémicas, que sobre los hechos que hacen a la vida democrática suceden en el país y el mundo. Para poder desempeñar esta función a cabalidad y hacerle honor al artículo 2 de la Ley Orgánica no debería la UdelaR embanderarse en posicionamientos políticos de la presente agenda del país que no reciben consenso ni en la ciudadanía ni el demos universitario.
Marisa Bucheli, Carlos Casacuberta, Rosario Domingo, Álvaro Forteza, Adolfo Garcé, Alejandro Pastori, Conrado Ramos, José Rilla, Máximo Rossi, Rosana Sanz, Marcel Vaillant, Oscar Ventura y Leandro Zipitría |
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