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Vigilancia oficial sobre los ex-Guantánamo

El Jefe –o ex jefe, porque no se sabe bien su destino– de Inteligencia de la Policía fue removido de su cargo como consecuencia de las contradicciones que hay en el Gobierno respecto al grado de vigilancia que deben mantenerse sobre los ex presos de Guantánamo que Uruguay recibió en calidad de refugiados.

Según un columnista de El Observador que se ha especializado en los temas del Ministerio de Interior, Gabriel Pereyra el relevo del Inspector José Colman, un calificado profesional, se debe a que antes de que llegaran al Uruguay los “guantanameros”, solicitó información a la embajada de Estados Unidos sobre la peligrosidad de los mismos.

José Colman es, según el columnista mencionado, un oficial muy destacado. Lo describió así: “Tanto confiaba el gobierno en Colman que sus últimas tres promociones contaron con el respaldo oficial. De origen humilde y tres veces medalla de oro durante sus estudios en la Escuela de Policía, Colman tenía tanto prestigio entre sus colegas (que en estos ámbitos a veces suelen ser adversarios disimulados) que hubo quien pensó en él para ocupar la coordinación general de todos los Servicios de Inteligencia del Estado, los policiales y los militares. Colman fue elegido con el voto unánime de 35 países como director general de la Red Internacional antiterrorista; es presidente del Foro Especial Terrorista (FET); es miembro de la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de inteligencia policial; como miembro del Consejo Nacional de la Defensa fue coautor del libro que fija las pautas estratégicas de la defensa hasta 2030; en Colombia fue condecorado por “evitar eventos” negativos “en toda América”; en Canadá la Asociación Mundial de Analistas de Inteligencia le encargó un artículo para su prestigiosa revista; en Chile el jefe de la Inteligencia local, Héctor Espinoza, lo invitó para que explique cómo hace Uruguay para vigilar a las barra bravas, que a su influjo son consideradas hoy como parte de un esquema de crimen organizado”.

Pero los títulos y los diplomas no importan. Como Colman fue encargado de la seguridad de los presuntos terroristas, hizo averiguaciones ante la embajada de Estados Unidos sobre sus antecedentes y eso molestó a algún jerarca de gobierno. Es decir, Colman hizo lo que cualquier persona podría hacer: preguntar algunas cosas. Si esa persona es, además, un especialista en la lucha contra el terrorismo y un calificado experto a quien el gobierno distinguió especialmente, su actitud encuadra absolutamente dentro de lo normal. Pero lo normal es, precisamente, lo que no le gusta al gobierno, quien sancionó a Colman. Primero, trascendió que directamente lo relevaban del cargo. Luego –presiones mediante del gobierno electo– se dijo que Colman presentaría renuncia voluntaria el próximo 31 de enero. Finalmente, contradicción tras contradicción, el Ministro Bonomi, el inefable Bonomi, declaró ayer a la prensa que no se sabe si Colman se retira o no. La interpretación que válidamente podemos hacer es que Colman perdió la confianza del gobierno de Mujica pero que cuenta con respaldo del gobierno entrante. La seguridad y la inteligencia no importan, sino la lucha interna entre los sectores gobernantes.

Es decir, Uruguay, el país todo, no sabe qué hacer con su Jefe de Inteligencia, quien no cometió ninguna falta pero a quien se le pone en el “picadero”.

Lo curioso del caso es que el columnista Gabriel Pereyra reveló en la nota comentada que el Ministerio de Interior instaló cámaras de vigilancia en torno a la casa que ocupan los refugiados. No se sabe si para vigilarlos a ellos o para controlar posibles atentados, pero en todo caso, las cámaras allí están, dado que tras la denuncia periodística, realizada el martes pasado, no hubo ningún desmentido oficial. “El Observador” de ayer publicó la foto que aquí reproducimos, sosteniendo que en esa zona del barrio sur –donde se hospedan los refugiados– no hay cámaras y que esa es la única en la cuadra.

Mientras tanto, ningún gobernante ofrece informaciones claras y convincentes.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.