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EXPOCANNABIS o promoción de lo absurdo

Por Jorge Ciasullo

“El Estado legislará en todas las cuestiones relacionadas con la salud e higiene públicas, procurando el perfeccionamiento físico, moral y social de todos los ciudadanos del país” (Artículo 44 de la Constitución de la República)
La pasada semana, fuimos sorprendidos por pasacalles en distintos puntos de nuestra ciudad (el que acompaña esta nota, en el cruce de Avenida Italia y Eduardo Blanco Acevedo) anunciando la exposición sobre la droga, que se llevó a cabo efectivamente, entre los días 14 y 15 pasados. El pasacalles, al que hacemos referencia al escribir estas líneas, continúa en el lugar, como un alarde de lo moderna que es nuestra sociedad- no refiere, obviamente, a los valores que promovemos- y que ello sea observado por todo quien ingrese a Montevideo por la citada avenida .
En nuestro país y particularmente en el LATU, se llevan a cabo numerosas exposiciones y ferias. También el Uruguay participa en este tipo de eventos en el exterior, en estos casos, con apoyo de oficinas consulares y comerciales nacionales, con el fin de promover su producción y su turismo. Se trata de una forma de comunicación masiva sobre determinada área, que va desde una exposición agrícola- ganadera, hasta otras relativas a: maquinaría artesanías, alimentos, tecnología, logística, muebles, turismo etc. En ellas, artesanos productores, fabricantes, etc. exhiben sus productos y sus novedades con el objetivo de contactar posibles clientes y registrarlos en base de datos y aún, como en el caso particular de la Rural del Prado por ejemplo, vender reproductores, asociarse, informarse. En definitiva, estas Ferias y exposiciones son, en general un punto de encuentro entre oferta y demanda.
La historia de la marihuana es conocida, promovida increíblemente por quien en su calidad de presidente, prometió: educación, educación, educación. Tuvo un momento donde, considerando la resistencia que presentaba en un amplio sector de la sociedad, se habló de realizar un plebiscito (Presidente Mujica) que nuca se concretó.
Se siguió adelante con la propuesta, sin considerar, advertencias de científicos nacionales e internacionales, en relación a que el consumo habitual de la marihuana retarda el desarrollo escolar y liceal, conlleva alteraciones en el aparato cognitivo, lleva al consumo de drogas más pesadas y problemas de salud vinculados (esquizofrenia, suicidios, pacientes psiquiátricos). Finalmente, en diciembre de 2013 se aprobó la ley que regula el mercado de Cannabis.
Contrariamente a la exitosa campaña relacionada con el consumo de tabaco y alcohol donde “ha aumentado la conciencia de riesgo en el alcohol de un 58% a un 70,6% del 2011 al 2014.Ha descendido el tabaquismo de un 24% a un 9%.Lo que ha aumentado es la marihuana de un 12% a un 17%” (Correo de lo viernes- La droga en los jóvenes. 8.11.2014) Nada se ha dicho, ni se dice o se advierte sobre las consecuencias del consumo de marihuana.
Así, nos encontramos con esta exposición en un predio oficial y privado, que hace poco albergó una maravillosa exposición sobre Leonardo Da Vinci, que visitamos.
La exposición, según informes de prensa, fue visitada por más de 6000 personas, donde se daban charlas sobre su cultivo más eficiente, se vendía tierra, semillas fertilizantes y abonos, carpas y luces para su cultivo “indoor” y hojillas-llamadas sedas- para armar el cigarro. Se llegó al surrealismo de vender boquillas pipas y “bongs” (Bongs: permiten fumar el humo a diversas temperaturas)
Como se observa, completita la oferta. Fué visitada la exposición por un público mayormente joven, que, de paso, consumían marihuana en tan alegres como inconscientes ruedas en el mismo predio del LATU.
En nuestro país y en la mayoría de los países del mundo, el niño, el joven y aún el adulto, percibe, día a día enseñanzas, relacionadas con los valores éticos y morales, con la libertad, la justicia, la tolerancia, el respeto, etc. La recibe de niño y joven de sus padres y profesores, la recibe de adulto de sus semejantes.
Es evidente que, en esa formación permanente, juegan un rol fundamental los gobernantes y las agrupaciones sociales, sean religiosas, deportivas o empresariales, todas ellas, apelan a la imagen de lo ético como una actitud de vida.
En consecuencia, cuando una de ellas o varias de ellas, en este caso el gobierno que de alguna forma lo promueve (aprobación de una ley perniciosa) de empresarios, si así pueden llamarse a los cultivadores consumidores productores de semillas y vendedores de semillas, accesorios, etc. organizan promueven, y llevan a cabo una feria de esta naturaleza, cabe preguntarse, donde quedaron los valores éticos y morales y donde quedó la obligación constitucional
“El Estado legislará en todas las cuestiones relacionadas con la salud e higiene públicas, procurando el perfeccionamiento físico, moral y social de todos los ciudadanos del país” (Artículo 44)
Podrá discutirse la ley que regula el mercado de Cannabis, pero lo que no puede discutirse es que, con este tipo de exposiciones o ferias no se contempla el perfeccionamiento físico, moral y social de los ciudadanos, más bien se promociona, a nuestro juicio, lo absurdo y lo pernicioso para la salud, y fundamentalmente, el desprecio a la ética y a la moral. 
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.