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El fracasado Premio Nobel

El oficialismo guarda avergonzado silencio sobre el estrepitoso fracaso de la aspiración promovida por algunos amigos de Mujica – y sin duda por el propio Presidente – de que fuera distinguido este año con el Premio Nobel de la Paz. El operativo venía como anillo al dedo: a pocos días de las elecciones y culminando ya su gestión el “Mujica Superstar”, el Premio hubiera sido una verdadera culminación. Nadie comentó nada sobre el punto y la prensa, generalmente ávida de novelones, dejó pasar el asunto.

Era bastante difícil que un ex guerrillero que atentó contra la democracia y los derechos humanos fuera premiado con el Nobel de la Paz, pero el “culebrón” fue creciendo de la mano de algunos aventureros internacionales, de ONGs siempre dispuestas a prestar sus servicios —que no son gratis — y de la fama ganada por Mujica en algunos medios de prensa que se dejaron seducir porque “es pobre” —lo que está por verse— y vive en una chacra.

Ninguno de los antecedentes del señor Mujica daban lugar a tal premiación, pero nuestro Presidente dijo en Naciones Unidas y en otros ámbitos dos o tres discursos de tono filosófico —“estupideces”, les llamó el entonces Presidente Vázquez a los dichos populacheros de Mujica— y se ofreció para hacer gestiones de paz entre el gobierno colombiano y las guerrillas de las FARC. Pese a que el Presidente Juan Manuel Santos, de Colombia, dejó claro una y otra vez que esas gestiones eran innecesarias, en varias oportunidades Mujica se ofreció como interlocutor y llegó incluso a ofrecer la hospitalidad de Montevideo para que se hicieran las negociaciones. Como las conversaciones ya estaban en marcha, la intención de nuestro Presidente quedó en nada —como ha ocurrido con la mayoría de sus propósitos— pero, mientras tanto, algunos voceros de la prensa vernácula se regodeaban asegurando que la iniciativa de Mujica era una pieza fundamental en su inevitable ascenso al estrellato del Nobel.

De todos los parloteos que el Presidente y su entorno pusieron en marcha, con el Canciller “siempre listo” Almagro al frente, lo único concreto es la acogida de las familias sirias, lo que no alcanza ni para la cuarta parte del premio.

Quizás este sacudón le haga volver al Presidente a la realidad: los uruguayos que duermen en la calle, que son cada vez más; las rapiñas y asaltos cotidianos; la pérdida permanente de horas de clase en una Enseñanza cada vez más deteriorada…y tantas otras cosas que castigan a los uruguayos, con quienes el señor Mujica se muestra cada vez menos solidario.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.