Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

¿Autocrítica? ¡¿Para qué?!

Por Consuelo Pérez

La ausencia de autocrítica fue uno de los factores principales que, a principios de los 70, llevó a la derrota de la aventura armada —por fortuna— de buena parte del elenco gobernante. El estilo, parece, pervive en la gestión de gobierno de la coalición oficialista toda.

La pésima gestión de la que el gobierno del Frente Amplio es responsable, y que hizo estragos en áreas como lo son la Educación, la Salud y especialmente la Seguridad, aún despreciando el aporte de la “oposición”, como ha sido la constante, quizá se hubiese visto atenuada en sus deplorables resultados si hubiese existido un mínimo de autocrítica.

Mientras esperamos turno en las largas colas de las mutualistas, después de haber transcurrido unos dos meses de la fecha en que solicitamos número para un especialista, quizá podamos leer en la prensa que Vázquez está contento con los resultados en materia de Educación. No cambiará el rumbo de ser Presidente.

Si pasamos a la página de policiales, nos puede subir la presión, lo que no es aconsejable en la espera del médico, porque —más allá de constatar “el delito del día”— podemos corroborar en una estadística recientemente publicada en el diario “El País”, que las rapiñas en el año 2005 — fecha de asunción de Tabaré Vázquez— fueron 9.142, y fueron creciendo todos los años, hasta ser 16.718 en el año 2013.

A su vez, Álvaro Garcé, el renunciante Comisionado Parlamentario Penitenciario, sostuvo que “se puede suponer que vamos a llegar a 20.000 rapiñas a fin de año”.

En este panorama devastador, que da por tierra las promesas del 2005 y del 2010, el candidato del FA anunció insólitamente su compromiso de “frenar el crecimiento de las rapiñas y en cinco años reducir el número de hurtos y rapiñas en un mínimo de 30%”.

Dicho de otra manera, si esto aconteciera con el oncólogo al mando, deberíamos festejar los uruguayos (y uruguayas) que se mantiene un 70% de las rapiñas y hurtos de esa cifra que se ha multiplicado hasta la vergüenza (!).

El desafío —lindante con una “mojada de oreja”— de mantener a Bonomi en el cargo en la hipótesis de un triunfo de la “izquierda”, no hace más que corroborar que la autocrítica no existió, no existe, y no existirá. Es bueno saberlo, y es bueno que Vázquez nos lo confirme.

Con relación al asunto, son oportunas las declaraciones de Pedro Bordaberry, quien manifestó que “Lo que tendría que hacer es devolvernos el Uruguay que recibió en seguridad pública”, esto es, revertir el aumento del 300% que se ha registrado desde que asumió por primera vez, para quedar “empatados”.

Lo del 30% de mejoría que promete Vázquez resulta escaso. Resulta insultante. No podemos desligar o separar la condición humana, los criterios de la persona que desempeña un cargo, con su accionar político. Forma parte de la naturaleza del ser.

Es por eso que, atendiendo a la formación de muchos integrantes del oficialismo, incluido el Ministro del Interior, no podemos olvidar —aunque nos tilden de tendenciosos— pertenecieron al MLN, el que, según los estudiosos del asunto, cometió sus principales “errores” por la ausencia de autocrítica.

Falsificar los hechos, reinventarse como políticos y negar su propia historia, ayudados por una serie de escribas y falsos historiadores, es otro asunto que no viene al caso, pero la metodología del maquillaje ya ha hecho mucho daño en este país.

Es por eso que no estamos dispuestos a seguir transitando por el camino de la deformación de la información, del acostumbramiento a la desgracia, del sometimiento al descenso en la calidad de vida.

Porque además de seguir como estamos, es nuestra propia vida la que a diario corre peligro. Confiamos en que queda poco tiempo de este “País de primera”.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.