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La seguridad según “El Perro”

El miércoles pasado, con asombro, el país escuchó al Sub-Secretario del Interior, Sr. Jorge Vázquez, referirse al tema de la seguridad en el país. El Sub-Secretario fue conocido por el seudónimo de “el perro” en los tiempos en que actuaba en una célula terrorista que secuestraba y torturaba, como ocurrió en el conocido caso de Sergio Molaguero, hijo de un industrial, que fue tomado de rehén debido a un conflicto sindical.

Sus declaraciones se atuvieron al más estricto código de las dictaduras. Nuestros generales de la dictadura siempre alegaban que quien no estaba con la subversión o no colaboraba con ellos, nada tenía que temer y, por cierto, podía disfrutar de la tranquilidad que le ofrecía un país militarizado. Naturalmente, olvidaban que nadie podía decir lo que pensaba, que ningún funcionario tenía garantías en su trabajo, que la prensa a cada momento era censurada, que todos los uruguayos estábamos expuestos a los certificados A,B y C, que nos calificaban —o descalificaban— para ejercer funciones públicas. Según su lógica, los ciudadanos podían estar tranquilos siempre que no se les ocurriera opinar en contra del gobierno.

En la misma increíble línea de pensamiento, el Sr. Sub-Secretario nos dice que el que no está vinculado al narcotráfico puede estar tranquilo: “Si usted no es un delincuente que integra el crimen organizado ni tiene problemas familiares, tiene pocas posibilidades de ser asesinado”, señaló a Canal 10.

Reclamó que la prensa no haga “alarmismo” y afirmó, suelto de cuerpo, que “lo que más preocupa” son las muertes “por ajustes de cuentas y violencia intrafamiliar, en accidentes de tránsito y por enfermedades tumorales”, que son muchas más. Al parecer, entonces, las decenas de comerciantes, cobradores, taximetristas o simples ciudadanos asesinados, no son prioridad, no son lo que más preocupa.. Eso, que es lo evitable, lo que tiene que enfrentar el Ministerio del Interior —cuyos problemas no son los enfermos de cancer—, el buen señor piensa que no es tan importante.

Todo esto lo dijo nada menos que comentando el asesinato del comerciante del Cerro que depositaba dinero en el centro comercial del Géant que, como es tan habitual, fue asesinado sin más trámite. Esta no es la prioridad para el Ministerio del Interior...

Realmente es escandalosa la insensibilidad y desubicación conceptual de alguien que tiene a su cargo el tema seguridad. Naturalmente, su visión es muy sesgada, muy distorsionada. Si él está allí, en ese cargo, es nada más que por sus antecedentes terroristas, que le llevaron a la cárcel por muchos años. La cárcel a la que solo lo fue a visitar una sola vez en cinco años su hermano el ex Presidente, entonces beneficiario de la dictadura en la Universidad, en el Ministerio de Salud Pública y en su propia empresa...

Parece no advertir que los “ajustes de cuentas” que a él le preocupan más, son —justamente— los que están más lejos de su alcance, salvo en la repercusión indirecta de la existencia de esas mafias del narcotráfico que hoy están de fiesta con la legalización de la droga. Lo que tiene delante de sus ojos son los ciudadanos que todos los días son abatidos de un modo cruel por asesinos que ya no tienen código alguno, porque ni siquiera intiman a la entrega del dinero, disparan de entrada, sin miramientos. Todo eso, no es lo que más preocupa. Nunca se ha oído algo tan siniestro de un responsable oficial de la tranquilidad pública. Lo que parece concordar, eso sí, con sus antecedentes en la materia.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.