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Se reedita la caza de brujas

En 1996, Fenapes expulsó de sus filas al profesor Ricardo Vilaró, docente e inspector de Matemática, entonces connotado dirigente de la Vertiente Artiguista, por colaborar con la reforma educativa que lideraba el entonces presidente del Codicen, el profsor Germán Rama. Poco tiempo después, a instancias de la senadora comunista Marina Arismendi, el Frente Amplio decidió "censurar" a los docentes frenteamplistas que participaban de la reforma. Como en el tango de Cadícamos, "la historia vuelve a repetirse".

Adémar Cordones, funcionario del Consejo de Formación en Educación (CFE) de la ANEP, docente en el departamento de Colonia, presentó renuncia al Partido Socialista en los primeros días de marzo. Pese a no haber recibido nunca una comunicación formal, sabía que en pocas horas el Comité Central del Partido Socialista, luego de haber sido denunciado por la Agrupación de Educación de esa colectividad política, votaría pasar esa denuncia a la comisión de disciplina partidaria.

La falta disciplinaria de Cordones era su colaboración con la transformación educativa que impulsan el Codicen actual y su presidente, Robert Silva, desde su rol en la secretaría académica en el CFE.

El profesor Cordones ya arrastraba un pasado "pecaminoso". En 2015 fue electo como segundo suplente en la lista que encabezaba el Prof. Robert Silva para lograr la representación docente en el Codicen (cosa que efectivamente logró) por fuera de las listas sindicales. Según manifestara a "El Observador" Maximiliano Santos, secretario de Movilización de de la JSU y dirigente del centro de estudiantes del IPA, "eso supone ir en contra de los mecanismos que los trabajadores organizados tienen para llevar adelante sus convicciones".

La participación de Adémar Cordones en la transformación educativa fue, para los socialistas "ortodoxos" que lidera el actual secretario general del PS, Gonzalo Civila, la gota que rebalsó el vaso. "Si vemos las resoluciones de los Comité Central y declaraciones del Partido Socialista, hay una oposición tajante a este proceso. De continuar apoyando estas transformaciones, entendemos que el compañero tiene que hacerse cargo de lo que asume con convicción de que va a seguir trabajando para esto", explicó Santos a "El Observador".

Cordones, por su parte, señaló al mismo medio que en el PS nunca se abrieron instancias de debate en torno a la transformación educativa para así poder contraponer ideas. En razón de ello, decidió abandonar la vieja colectividad fundada por Emilio Frugoni.

Con matices menores, se reitera el escenario de hace casi tres décadas: un proceso de auténtica transformación en la educación pública, una feroz resistencia gremial a los procesos de cambio, una izquierda que mecánicamente adhiere a las posiciones gremiales y la condena inquisitorial a los "réprobos" que osan cooperar con los procesos de transformación en el entendido que los mismos abren amplios campos de convergencia por encima de las divisiones políticas e ideológicas.

En otro orden, se constata la profundización de la deriva estalinista y radicalizada del viejo partido de don Emilio Frugoni.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.