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Llegó el momento de bajar el IRPF y el IASS

Por Ruth Furtenbach

El pago de impuestos suele resultar algo fastidioso para cualquier ciudadano, sobre todo cuando se consideran injustos, por más que sepamos que el Estado los necesita como fuente de ingresos para financiar los servicios que presta. Esto parece ser que siempre fue así, considerando lo que relata Benedicto XVI con relación a la resistencia que existió respecto del apóstol "Mateo", quien se desempeñaba como recaudador de impuestos.

Comenta Benedicto XVI en su libro "Los Apóstoles y los discípulos de Cristo" que, "Mateo, de hecho, no sólo manejaba dinero, que era considerado impuro por proceder de gente ajena al pueblo de Dios, sino que colaboraba también con una autoridad extranjera odiosamente codiciosa, que además fijaba los tributos de forma arbitraria" (1). Asimismo, cita a Juan Crisóstomo quien comentaba que "ya no hay nada más detestable que la gabela (...)" (2), en referencia a un impuesto de la época que se consideraba injusto y arbitrario.

Volviendo a nuestra realidad, los impuestos que en este momento tal vez puedan ser considerados como injustos y arbitrarios para muchos, son el IRPF ("Impuesto a la Renta de las Personas Físicas") y el IASS ("Impuesto a la Asistencia a la Seguridad Social"). Esto es, porque son impuestos que gravan los ingresos de los trabajadores y jubilados, no solamente volviéndose muy gravosos para aquellas personas con pequeños ingresos- ya que el mínimo no imponible se fija en 36 mil pesos nominales- en el caso del IRPF (impuesto creado por el Frente Amplio con el carácter de transitorio bajo el silencio absoluto del PIT CNT), sino porque prácticamente no se permite deducir casi nada.

Entonces con relación al tema de las deducciones, lo justo sería avanzar hacia un sistema en el cuál las personas pudieran deducir algunos gastos importantes como los relativos a la educación de los hijos, por citar algunos ejemplos, adoptando la modalidad de los impuestos a la renta que se aplican en otras partes del mundo. Un verdadero y justo impuesto a la renta, debería gravar la renta, o sea, gravar la capacidad de ahorro, pero no el ingreso nominal, lo cual no es lo mismo. La renta es lo que queda una vez que se deducen los gastos, y hay muchos gastos corrientes que deberían ser descontados.

Nuestro Partido Colorado felizmente adhiere a la idea de que hay que bajar estos impuestos, aumentando el mínimo no imponible, sobre todo porque se trata de un compromiso asumido por el Gobierno de Coalición del cual formamos parte. En la reciente reunión de la Agrupación Nacional de Gobierno de Batllistas, se manifestó públicamente que "ha llegado la hora de comenzar a dar cumplimiento a la promesa electoral de rebajar el IASS y el IRPF". 

Se señaló que en una primera instancia "es fundamental poner el foco en las personas con salarios y jubilaciones menores", que son quienes "hacen un enorme esfuerzo para pagar estos impuestos". Sobre todo, si consideramos además que el IRPF, es un impuesto que castiga el espíritu de superación y que la filosofía del Batllismo implica siempre igualar hacia arriba y no hacia abajo.

Como señaló el Diputado Conrado Rodríguez hace poco en un programa televisivo, nuestra "economía ha venido creciendo a un ritmo importante este año, el año pasado la economía creció a un ritmo de 4.4%, éste año se proyectaba que el crecimiento iba a ser del 4.8%, el presidente de la República dijo que si se superaba el 3.8% se podía dar la rebaja del IRPF y del IASS... los números están dando para justamente ir hacia ese compromiso que es un compromiso de campaña que asumimos todos los integrantes de la coalición (...) y que a nuestro juicio lo deberíamos hacer en una primera instancia para poder bajar la carga impositiva de aquellos que recién empiezan a poder pagar el impuesto, es importante poder alivianar el bolsillo de los trabajadores y jubilados con ingresos pequeños".

Algunos se cuestionan sobre la posibilidad de bajar el IVA, lo cual también es interesante pero más complejo, ya que el IVA es el impuesto que más recauda en nuestro país- cerca del 50 por ciento- y se aplica para todos por igual, salvo algunos beneficios puntuales que se otorgan a través de instrumentos de pago electrónico que provee el MIDES.

Se trataría en primer lugar, de pensar en políticas focalizadas para quienes realmente lo necesitan, no obstante evolucionar hacia el diseño de un Impuesto a la Renta de las Personas Físicas de avanzada, más justo para la población en general, sería el camino deseable para todo aquél que deba pagar el impuesto por las merecidas ganancias que perciba como producto de un trabajo legítimo.

(1) Benedicto XVI, Los Apóstoles y los discípulos de Cristo, ESPASA, p.116.

(2) Ídem, p.117

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.