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Inicio de la cosecha de trigo con fundadas expectativas

Por Tomás Laguna

El martes de la pasada semana la Asociación Agropecuaria de Dolores procedió a inaugurar la cosecha de trigo con la presencia del Presidente de la República, el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca además de otras autoridades de gobierno. Aun a pesar del prolongado déficit hídrico de los últimos meses, las expectativas son promisorias para la zafra que se inicia.

Uno de los cultivos emblemáticos, tal vez el más antiguo que aún persiste en su siembra en nuestro país, dio comienzo "oficial" a la cosecha de un año que se inició con expectativas promisorias, pero que luego se fueron desdibujando conforme el déficit hídrico se agudizaba a partir de agosto. La falta de agua disponible a nivel de suelo a partir del inicio de la floración hizo temer por el rendimiento, de hecho, se constató un retraso en el desarrollo vegetativo de las plantas. Con menguadas expectativas se llegó al inicio de cosecha.

La sorpresa, al menos en gran parte de la zona núcleo del cultivo, fue el rendimiento en grano cosechado, superando los 4.000 kgs/ha en muchas chacras, por encima incluso del promedio record logrado en la zafra 2020 (4.179 kgs/ha a nivel país). A su vez, la calidad sanitaria resulta excelente en un año dónde las condiciones de humedad fueron inexistentes evitando los habituales problemas de enfermedades por hongos (fusarium).

La evaluación final de la cosecha deberá esperar hasta que surjan los datos de otras regiones del país conforme avanza la cosecha, aun cuando los resultados inicialmente logrados son inesperados habida cuenta de las limitantes hídricas de mediados de año en adelante.

¿Cómo explicar estos promisorios resultados precedidos de malas expectativas? La agricultura en nuestro país ha logrado niveles de alta excelencia porteras adentro. No hay lugar a la improvisación o formas de trabajo marginales. La posibilidad de contratar servicios para las principales actividades, desde la preparación de la tierra hasta la cosecha, ha permitido que el productor acceda a maquinaria agrícola de última generación evitando equipamiento obsoleto por un lado o bien incurrir en elevada inversión en capital de trabajo, muchas veces imposible de amortizar considerando las dimensiones de su emprendimiento agrícola. Pero hay otro factor relevante. Los cultivares actuales a partir del desarrollo genético alcanzado son la principal razón en los mayores rendimientos y calidad alcanzados en los últimos años. Muchos de ellos desarrollados por el INIA, algunos otros importados. El desarrollo genético en su máxima expresión al servicio de la producción de alimentos y de la economía del país.

Las cifras hablan por sí solas. En las 4 últimas cosechas se lograron rendimientos 18% superiores respecto de igual período 10 años atrás, y 63% respecto de igual período 22 años atrás. Genética y buenas prácticas agrícolas es la explicación.

Ahora bien, lo que definitivamente importa no es que tanto aumentó la productividad y la calidad del producto obtenido. La agricultura es por dinero, nadie siembra por amor a la tierra o romanticismos bucólicos. En última instancia importa el resultado económico logrado tras cada cultivo. En los últimos años los buenos rendimientos se han respaldado con una mejora de los precios, aun cuando los fertilizantes y agroquímicos incrementaron el costo del cultivo. El año pasado, según datos de OPYPA (MGAP), los costos aumentaron 15% respecto del 2020, desconocemos que tanto más se incrementaron los costos este año. En aquel período, año 2021, las mejoras de los precios del grano por encima del aumento de costos permitieron un incremento del 21% en los ingresos del productor con un rendimiento de indiferencia de 2.100 kgs/ha. En definitiva, se trata de una actividad muy vulnerable en sus resultados a cualquier variante en los precios ante el inexorable incremento de sus costos.

El productor tiene hoy herramientas para enfrentar estas incertidumbres. Las coberturas a futuro permiten reducir incertidumbres en los precios. A su vez los riesgos climáticos se pueden acotar a través de seguros agrícolas.

Vale reiterar un concepto expresado en la entrega del viernes pasado cuando analizamos los resultados ganaderos. La agricultura triguera se desarrolla con una adecuada combinación de procesos e insumos, con información y capacidad de gestión, todo lo que la lleva a ubicarse entre los rubros más dinámicos en el agro negocio, con capacidad para enfrentar circunstancias ya no tan promisorias como las que cada año amenazan los resultados económicos.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.