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"Atractivo de Uruguay..."

Con estas palabras, un editorial del reconocido diario chileno El Mercurio -que compartimos a continuación- destaca a nuestro país como símbolo de estabilidad y certeza en la región.

 

La situación de inestabilidad política que ha vivido Chile desde 2019 ha dado una nueva visibilidad a Uruguay como destino de negocios dentro de la región.

Hasta hace poco, nuestro país era habitualmente mencionado como una suerte de "oasis" en una Latinoamérica dominada por el clientelismo, el populismo y la corrupción. Frente a ello, Chile ofrecía certezas en un contexto de estabilidad institucional. El estallido de 2019, sin embargo, ha hecho retroceder fuertemente esa percepción y en cambio ha acrecentado el interés hacia Uruguay, una economía que por su pequeña dimensión aparecía algo invisibilizada para el común de los actores, no así para los inversionistas más sofisticados.

Con menos de 4 millones de habitantes, ese país ha gozado de una peculiar estabilidad económica y política, razón por la cual algunos lo han llamado la "Suiza de Latinoamérica". Con gobiernos de derecha o de izquierda que se han sucedido en el poder, ha logrado tener una continuidad en sus políticas públicas, lo que le ha permitido avances significativos en el bienestar de sus habitantes y transformarse en un destino codiciado para los grandes capitales de la región.

Es precisamente por esas características que en los últimos años, frente a la incertidumbre política en nuestro país, muchos inversionistas nacionales han mirado hacia allá. Muestra de ello, PwC Uruguay ha revelado que en los últimos dos años se han triplicado las consultas de chilenos con miras a obtener residencia tributaria.

El actual Presidente, Luis Lacalle Pou, ha jugado un rol muy activo en esta materia, promoviendo a su país como un lugar confiable para los negocios. Así, el mandatario ha expresado en reiteradas oportunidades al mundo empresarial extranjero: "queremos que vayan a invertir". Pero no se ha quedado solo en la retórica. En 2020, a poco de asumir, impulsó una batería de medidas tributarias para incentivar que extranjeros adquirieran la residencia fiscal e invirtieran allí. Sumado a los estímulos fiscales en materia tecnológica -Uruguay fue uno de los pioneros latinoamericanos en este tipo de medidas-, ello ha logrado atraer a grandes empresas del rubro para instalar sus sedes regionales. Incluso, según se ha informado recientemente, el holding chileno Cencosud prepara el traslado allí de su operación tecnológica.

A diferencia de la mayor parte del continente, Uruguay comprende que, siendo políticamente estable, fiscalmente responsable y desregulando el flujo de capitales, podrá atraer inversionistas, lo que redundará en el bienestar de sus habitantes. El caso debiera hacer reflexionar a las dirigencias políticas chilenas respecto de cómo nuestro país se ha desviado de ese rumbo con equivocadas señales que hoy urge corregir.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.