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Grita en la pulpería, calla en la comisaría...

Finalmente, la Intendente Cosse compareció como indagada ante fiscalía. No aportó nada nuevo. Llegó con el discurso armado. El mismo que utilizó Sendic antes de ser procesado con prisión. Frente a los medios denunció ser víctima de una “operación política”, pero ante el fiscal no pudo explicar cómo fue que la construcción del Antel Arena pasó de tener un costo de US$ 40 a uno de US$ 120 millones. Dijo que “no recuerda” si existen informes técnicos al respecto, que no los vio, pero por ahí “deben estar”. Cómo será la cosa, que el expresidente Mujica, padre del Frankenstein, se desmarcó rápidamente: ¡yo no lo hubiese construido!

Tardó, pero llegó. A un año de publicada la auditoria que reveló un sinfín de irregularidades en la construcción del Antel Arena, la Intendente Cosse declaró el jueves de la semana pasada ante el fiscal de Delitos Económicos, Enrique Rodríguez. La expresidente de Antel no se apartó de su discurso habitual. Se calzó rápidamente el traje de víctima, denunció una operación política en su contra y dijo que nada ni nadie la va a “distraer” de su gestión en Montevideo (como si hiciera falta).

De acuerdo a lo narrado en una completa crónica de El Observador, Cosse no pudo explicar ante el fiscal Rodríguez cómo fue que el Antel Arena terminó costando el triple de lo que ella misma había anunciado públicamente. En su defensa, la Intendente aseguró que cuando declaró que el costo sería de US$ 40 millones se refería únicamente a la obra civil. Ante la insistencia del fiscal, que le consultó a Cosse si existía una estimación de los costos del resto de la obra (US$ 76 millones), ésta dijo no estar segura. “Debe estar. Yo no me acuerdo. Pero debe estar” , contestó.

El tono cambió cuando la Intendente tuvo la primera cámara de televisión adelante. Escoltada por el Secretario General del Partido Comunista, Juan Castillo, su abogado y un grupo de funcionarios de confianza, una exuberante pero visiblemente irritada Cosse manifestó: “Esto es una opereta política” . Con su habitual prepotencia, que tanto nos recuerda a la vicepresidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, Cosse sostuvo: “la gente no es boba, nuestro pueblo es inteligente, el Antel Arena se canta a sí solo. Hasta como vacunatorio fue un ejemplo” .

“Si quienes hacen esto creen que me van a distraer de mi función, mi trabajo y mi compromiso con Montevideo están equivocados. Si creen que me van a desanimar en mi defensa de Antel están equivocados” , dijo finalmente Cosse emulando a su discípulo Cendoya, que antes de verse envuelto en varios delitos contra la Administración, se había colocado la capa de superhéroe de Antel.

Hay algo cierto. “La gente no es boba” , como bien dice Cosse. Hasta el más fanático, sabe que 120 es el triple de 40. Que un estadio que, en promedio, genera pérdidas de dos millones de dólares por año, no es ejemplo de nada, ni siquiera de vacunatorio; como mucho, es el vacunatorio más caro del mundo. Que si Cosse o cualquier frenteamplista tuviese que invertir su patrimonio personal en una obra, nunca lo haría sin tener un informe detallado de los costos. Y mucho menos diría que es un “éxito” si le costó tres veces más de lo previsto y todavía le genera pérdidas. Las cosas como son.

A falta de evidencia que le permita rechazar las acusaciones que pesan en su contra, Cosse maneja el “comodín del herrerismo” . Como la firma auditora del Antel Arena tiene entre sus socios a un supuesto militante del Partido Nacional, es falsa. En lógica, se le conoce como argumento “ad hominem” . Un tipo de falacia que consiste en dar por falsa una afirmación en función de su emisor. Una treta muy común, que en política suele funcionar, únicamente, con fanáticos. En este caso en particular, las pruebas son tan contundentes que no estamos seguros de que funcione siquiera con ese tipo de público. Cómo será el asunto, que el propio Mujica no esperó ni 24 horas para declarar que si él hubiese sabido los costos, no hubiese construido el Antel Arena.

En poco tiempo, la Intendente deberá volver a declarar. Esperemos que se prepare mejor. Que, como dice el refrán, grite menos en la pulpería y hable más en la comisaria. Estamos deseosos de saber quién miente: la firma auditora –supuestamente funcional al gobierno–, que durante años brindó servicios profesionales a los gobiernos del Frete Amplio y cuyo informe fue refrendado por unanimidad en la Junta de Transparencia y Ética Pública –incluyendo al director frentista, luego expulsado–, o la Intendente Cosse, que hasta ahora no ha podido explicar los sobrecostos del Antel Arena, la falta de planificación, la presencia de un plan de negocios incompleto, las compras directas por excepción, la ausencia de documentación de respaldo, la contratación de firmas y profesionales a dedo, entre muchos otros.

Ya veremos…
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.