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Cumbre de las Américas se presenta complicada

Por Alvaro Valverde Urrutia

La Cumbre de las Américas se celebrara del 6 al 10 de junio próximos en los Angeles, California, y el gobierno de los Estados Unidos desde un principio decidió no invitar a aquellos países que no respetan la democracia, lo cual sacudió la política y diplomacia de América Latina.

Esta Cumbre se realiza en un contexto extraordinario particular inusitado por varios motivos. El presidente Biden tiene la necesidad de conseguir un resultado de política externa hacia los países latinoamericanos, en particular, por la ventaja que China ha venido teniendo en su acercamiento comercial, cooperación e inversiones en la región en los últimos 20 años.

Estados Unidos pretende alcanzar en la Cumbre de las Américas un acuerdo migratorio con los países de la región sobre la situación irregular. Pero, Biden debe equilibrar los temas de la agenda para que no solo sean de su trascendencia sino también del interés y deseo de un gran número de países de la región, planteando un conjunto de temas que comprendan aspectos sensibles para EE.UU caso de los migratorios, ambientales y el compromiso con la democracia y también, significativos para los países latinoamericanos como el comercio y cooperación, entre otros.

Estos tres países que Estados Unidos estaría excluyendo de la cumbre, también se lo debe observar dentro del marco del inusitado escenario actual de guerra por la invasión rusa a Ucrania, porque los tres son aliados en la región de Rusia a la cual está enfrentado EEUU.

La Administración Biden corre el riesgo de si se mantienen las exclusiones de los países nombrados y los amagues de los mandatarios más significativos alineados ideológicamente con la izquierda que dicen que no asistir si se llegaran a materializarse las excusiones, sería un duro revés para el gobierno de Biden.

Pareciera que Biden descarta cambiar de posición porque considera que Cuba, Nicaragua y el régimen de Maduro no respetan la Carta Democrática de las Américas y en consecuencia descartan su presencia. La decisión del gobierno de Biden se fundamenta en que la cumbre solo reúne a los mandatarios democráticamente electos en las américas y quienes respetan la democracia.

El presidente de México, Andrés López Obrador (AMLO), fue el primero en manifestarse en contra de esas exclusiones, en ese caso condiciona no ir a la cumbre si no se invita a todos los gobiernos del continente americano, incluidos Cuba Venezuela y Nicaragua. Por ello, AMLO le ha pedido a Biden que no se excluya a ningún país y amenaza con no concurrir si las exclusiones se materializan, pero sostiene que no afectaría las relaciones bilaterales con EEUU.

Hasta el presente, el gobierno estadounidense no ha variado su postura y AMLO ha reafirmado su negativa a concurrir, ha tenido el respaldo de países como Chile y Bolivia y si no fuera estaría representado por su canciller, Ebrard. Mexico junto a Bolivia han condicionado su presencia en la Cumbre.

EE.UU con el ánimo de convencer a AMLO ha enviado una comitiva para entrevistarse con el mandatario para que México participe porque considera importante su presencia en la cumbre, por el liderazgo que ejerce.

AMLO considera que si no se logra una nueva etapa de las relaciones entre los países en América su no presencia no afectara la relación con EEUU, ni con el presidente Biden.

Sin embargo, la asesora especial de la cumbre entiende que no tendrán lugar los que violan los DD.HH, y sostiene que es lamentable que algunos países quieren que se hagan excepciones y no participen de la cumbre y se pierdan esa oportunidad, pero la que decidirá será la Casa Blanca.

Hay un hecho significativo. Las invitaciones todavía no han sido enviadas, porque no se ha tomado una decisión final sobre los invitados. El Departamento de Estado tendrá más elementos para comentar cerca de la fecha. El gobierno está manteniendo conversaciones sobre el asunto con sus aliados; así como considera las distintas posiciones de los demás países, a los efectos de encontrar una postura equilibrada entre las mismas.

El mandatario argentino, Alberto Fernández si bien confirmó su presencia, al mismo tiempo se alineó con su colega mexicano y pidió que todos los países de América Latina sean invitados a la cumbre; así se opone a la exclusión de esos tres países. Fernández ratificó el pedido realizado en su calidad de PPT de la Celac.

También, el alicaído Grupo de Puebla y brazo político de la Celac pide que no se excluya a ningún país de la Cumbre de las Américas.

El mandatario de Brasil, Bolsonaro, tendría previsto no asistir. Itamaraty está analizando si asistiría el presidente y que no estaba confirmada su reunión con Biden y, que la misma se suspendió en virtud que Bolsonaro decidiera no acudir a la cumbre.

También, el gobierno de Biden tendría una reunión con el mandatario Lacalle Pou, que asistirá a la Cumbre.

El presidente de Bolivia, Arce, sostiene que no irá a la Cumbre si hay exclusión. La postura de Arce sobre su eventual ausencia pone un manto de duda sobre la legitimidad de la cumbre, donde están en duda, AMLO, varios presidentes y también gobiernos del Caricom.

Si bien, el presidente de Chile, Boric, participará y mantendrá una reunión bilateral con Biden, la canciller chilena, Urrejola, expreso que hace un llamado para posibilitar la participación de Cuba, Nicaragua y Venezuela en la cumbre; así como si se los excluye su ausencia generara más fragmentación y polarización en la región.

La postura de Chile se basa en que haya una cumbre lo más amplia posible y que la experiencia muestra que la exclusión no ha dado resultados en materia de DDHH en esos tres países. Es conocida la postura de Boric sobre la situación de esos derechos en los tres países que se excluirían.

Pareciera que ante estas situaciones Estados Unidos tendría un compás de espera, sin decidir qué países serán invitados a la Cumbre, por ese motivo la lista no se ha cerrado todavía, sin descartar invitar a Venezuela, Nicaragua y Cuba. Mientras, Ortega habría expresado que no le interesa participar. La portavoz de la Casa Blanca, Elsa Psaki, informó que las invitaciones no se han emitido.

En el contexto de los preparativos de la cumbre y con las presiones de varios presidentes que amagan con no asistir si se mantienen países excluidos, el gobierno de Biden tuvo un cambio en su política hacia Venezuela, aliviando las sanciones económicas a ese país.

Ese interés el gobierno estadounidense ya lo había planteado, entre otros asuntos, en la reunión del pasado mes de marzo, en Caracas, en el interés de facilitar el dialogo entre Maduro y Guaidó.

Al mismo tiempo, se levantaron varias medidas restrictivas a Cuba, se restablecen los vuelos hacia la isla; así como eliminar las restricciones a las transferencias de dinero. Esto fue bien visto desde las autoridades cubanas.

Esas medidas de la Administración Biden podrían "sonar a coincidencia" justo en las semanas previas a la cumbre y ante las presiones y manifestaciones de probables no concurrencia de casi la mitad de los mandatarios, en especial, la probable ausencia de AMLO.

Si bien, esas medidas hacia Cuba y Venezuela se toman próximas a la cumbre, las mismas vienen siendo analizadas desde tiempo atrás y pueden ser consideradas como los primeros intentos hacia la apertura con Cuba que prometió Biden en la campaña electoral.

El caso de Venezuela agrega otra complejidad sobre quien debería ser invitado si Maduro o Guaidó, sin entrar en ambigüedad y las diferentes presiones que recibe.

El gobierno de Biden debe sopesar si una Cumbre con excluidos podría ser un revés para la política exterior de los EEUU hacia América Latina; así como las ausencias de destacados presidentes, constituiría un equilibrio difícil de conciliar.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.