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Gobierno presente, gestión responsable

La coalición republicana anunció un paquete de medidas orientadas a mitigar los efectos de la crisis económica mundial en los sectores más vulnerables de nuestro país. Por fuera de la asistencia social habitual del Estado batllista, que se ha duplicado desde que inició la pandemia, se invertirán unos 2.000 millones de pesos. A los agoreros del recorte, solo les queda el relato.

El martes, en Torre Ejecutiva, los ministros de Trabajo y Seguridad Social (Pablo Mieres), Economía y Finanzas (Azucena Arbeleche), Desarrollo Social (Martín Lema) e Industria (Omar Paganini), acompañados por representantes de todos los partidos que integran la coalición, anunciaron medidas económicas para los sectores más vulnerables de la población en un contexto de aumento de precios.

Como era de esperarse, desde antes que se anunciaran, el Frente Amplio ya se había manifestado en contra. "No alcanza", "son innecesarias" y un largo etc. Antes de repasar las medidas y analizar su pertinencia, pongamos contexto a la situación.

Previo a la asunción de este gobierno, Uruguay se encontraba atravesando una profunda crisis económica. En el último semestre en el que gobernó el Frente Amplio, la economía uruguaya entró en una fase recesiva, con una caída del 1,6 % del PIB. Además, el 2019 cerró con los peores niveles de empleo en diez años -157.900 desempleados, equivalentes a un 10.5 % de desocupación- y un déficit fiscal por encima del 5 % del PBI al cierre de ese año.

Eso fue lo que heredó la coalición: un país fundido luego de una década y media de bonanza internacional. No obstante a eso, desde el inicio de la pandemia y hasta hoy, el Frente Amplio ha pretendido hacernos creer que hay margen para gastar y gastar, sin miramientos ni culpa. Primero propusieron una renta universal, luego impedir los despidos, tomar deuda con el FMI y hasta utilizar las reservas del Banco Central.

Por fortuna, el gobierno, que primero debió enfrentar las consecuencias de una pandemia y ahora enfrenta las de la guerra, ha actuado con mesura y racionalidad, sin cobrar al grito de la tribuna. ¿Qué hubiese pasado si se aplicaba el recetario económico kirchnerista propuesto por el Frente Amplio? Solo basta mirar a la vecina orilla para responder a esta pregunta.

Pero no aplicar las recetas frenteamplistas no significó una ausencia de inversión. Por el contrario, el gasto social se duplicó en el primer año de pandemia y siguió creciendo en 2021. Además, hubo una infinidad de medidas orientadas a atender la situación de empresas y trabajadores afectados por la pandemia. Todo esto sin contar la enorme inversión en salud. Desde test de diagnóstico, pasando por la ampliación de los CTI, hasta las vacunas.

Lastimosamente, cuando la situación económica comenzaba a mejorar -producto de la innegable buena gestión de la pandemia- aparece lo impensable: Rusia invade Ucrania y el continente europeo vuelve a sufrir una guerra. El efecto sobre los precios es global. Sin ir más lejos, el faro frenteamplista, la Argentina K, soporta la inflación más alta de los últimos 30 años.

El gobierno se enfrenta al nuevo escenario con la misma templanza con la que sorteó los peores momentos de la pandemia. Luego de un análisis pormenorizado de la situación, que se encuentra controlada, se anuncia un paquete de medidas focalizadas -que permitirá atender a casi un millón de personas durante los meses de invierno- que se suman a las anunciadas semanas atrás (aumento a salarios públicos y jubilaciones y convocatoria al Consejo Superior Tripartito para el caso de los salarios privados).

La primera medida, que beneficiará a 850.000 personas, consiste en aumento de 4 % para las asignaciones familiares del Plan de Equidad y la tarjeta Uruguay Social del Mides. También habrá un refuerzo adicional del Bono Crianza ($ 1.500 mensuales para 130.000 niños de entre 0 y 6 años, de junio a setiembre), una medida por la que nuestro Partido bregó especialmente en la rendición de cuentas pasada.

Por otra parte, se congelará el precio del supergás durante el invierno (hasta fines de setiembre) y se realizará un descuento en las recargas de supergás del 50% para beneficiarios del Mides. La garrafa de 13 kilos se mantendrá en $ 823 pesos durante el invierno y para los beneficiarios mencionados costará $ 411. Esta medida alcanzará a un millón de personas. Además, habrá una aplicación focalizada del IVA para beneficiarios de las asignaciones familiares del Plan de Equidad.

Los ministros anunciaron, asimismo, una baja y eliminación de aranceles a la importación en los productos más afectados por la guerra. Básicamente, la harina y el aceite. Finalmente, el Ejecutivo hará un aporte estatal no reembolsable de hasta $ 5.000 mensuales por cada empleado que se contrate en régimen de jornada laboral completa y que no haya tenido trabajo formal en el último semestre. Este subsidio se pagará durante 4 meses y está dirigido a personas de entre 30 y 44 años.

En definitiva, aunque el Frente Amplio se esmere en construir un relato desleal y malintencionado en torno a la situación económica y social, las pruebas saltan a la vista y quedan aquí documentadas para ayudar, en el futuro, a los desmemoriados. En ese "paraíso frenteamplista" que pretenden vender hoy, había miles de uruguayos desempleados y sumergidos en la pobreza. Esa es su obra, su herencia...

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.