Mantarraya11.10.2016 / 15:13
Nora, gracias por hablarnos de "aquel Uruguay" donde 19 mil dólares te permitían expandir tus horizontes. Del tiempo en que pagabas una hipoteca antes de jubilarte, del Uruguay que pensaba a futuro con optimismo, impulsando al trabajador en lugar de subsidiar la vagancia. Un respiro.
 
Tincho11.10.2016 / 3:59
En vez de financiar a los López Mena, los dueños de Fripur, los muertos del Fondes, el BROU debería prestar dinero a jóvenes para emanciparse y a matrimonios con hijos para asentarse sin intereses y con amplias facilidades. Paralelamente el Estado, Construir viviendas potables con entornos armónicos y no palomares de bloques en terrenos perdidos. Los préstamos deberían ser de acuerdo a las posibilidades y los intereses progresivos y sólo aplicables a segundos compradores o de nivel pudiente. Las mal llamadas de interés social, son sólo una excusa para fomentar la construcción y que no paren las constructoras.
 
Lonjazo8.10.2016 / 8:46
Los comunistas, además de envidiosos por naturaleza, son endiabladamente burros. Son incapaces de aprender de la realidad, prefieren ignorarla y vivir en el calorcito de sus sueños eternamente fracasados. Siguen y seguirán pateando el mismo adoquín, porque vivir soñando es mas fácil que vivir la realidad... y si encima, mientras tanto, gozan de altos salarios... que mejor?
 
Nora7.10.2016 / 10:43
Totalmente de acuerdo. Además llamaría la atención sobre el hecho de que el BHU durante los gobiernos anteriores al FA permitía comprar un apartamento pequeño (50 m2) categoría II con cuotas equivalentes al pago de un alquiler. Ese era el proyecto para jóvenes y fue mi caso. A los 10 años lo vendimos en 19 mil dolares con los que pudimos comprar un apartamento mas grande que es en el que vivimos actualmente y que terminamos de pagar antes jubilarnos. La política de vivienda no es solo solucionar un momento sino darle un horizonte cierto y optimista al trabajador activo, generando de hecho un plan de ahorro paralelo a la jubilación que permite en base a ingresos salariales llegar a la vejez con la tranquilidad de tener la vivienda propia y el respaldo de ese capital.
Página 1 de 1