Bichito de luz8.6.2016 / 14:14
Haabiendo leido los libros y tratado de comprenderlos escrito por el Dr. Sanguinetti y los de su Sra. Esposa Marta Canessa, no veo el modo de rebatir la opinión de este ex Presidente. Es brillante y además para mi forma de pensar tiene razón.
 
carlos8.6.2016 / 6:59
Como siempre el Dr.Sanguinette habla mucho para decir poco y muchas veces disparatado.- Nuesta constitución habla de "libertad de cultos" que es muy distinto de "neutralidad religiosa" .- Solo falta que se exija en el ingreso a la milicia una declaracion jurada que no profesa ningún culto ni religión- ¡Ridiculo! .- El uniforme es una vestimenta como lo es el uniforme escolar.-
 
German Oller4.6.2016 / 11:33
Como siempre, es un placer y un aprendizaje leer a Sanguinetti.
 
guille19474.6.2016 / 11:6
No existen las casualidades, todo es causal, los valores y el laicismo del Estado uruguayo es un valor, se aprenden, se enseñan, practicándolo y explicándolo. Socrates enseñaba hace 2400 años "Las personas no se equivocan por maldad, lo hacen siempre por ignorancia" Sucedió que el Estado uruguayo olvido desde hace bastante tiempo, explicar el laicismo y poco a poco los ciudadanos en su mayoría no tienen la menor idea de que se trata, como viene sucediendo con muchos otros valores y el uso de razón...El Presidente Sanguinetti hace muy bien en recordarlo, pero muy pocos entenderán...
 
Girolamo Salvatori3.6.2016 / 18:5
Como siempre las opiniones vertidas por el Dr. Sanguinetti constituyen verdaderas lecciones de comportamiento republicano. No deberíamos agregar nada porque lo dicho es harto explícito, sobre todo para quienes puedan albergar dudas sobre la laicidad. Hay quienes han dicho que el laicismo es un dogma sin percatarse que es la doctrina de la libertad. La laicidad no es otra cosa que la garantía para la libertad de todos. De los que creen y de los que no creen, en un pie de igualdad. Pero vale una precisión con respecto a la condición de neutralidad que apunta el autor, lo cual ya le hemos leido en varias oportunidades, y consideramos que nuestra laicidad. como lo han enseñado Semino y Gros Espiell. no es neutral sino abstencionista. Que no es un detalle nimio sino que refuerza su valor.
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