Correo de los Viernes - Verdades Dolorosas

Verdades Dolorosas

Por Consuelo Pérez

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expuso una serie de apreciaciones relacionadas con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, lo que se desencadenó en múltiples reacciones en el Continente, y en particular en nuestro país.

Almagro consideró que en Venezuela hay una "campaña de exterminio", ante la actitud de su presidente con relación a diversos aspectos que involucran a la sociedad toda, que se ve sometida al hambre, persecución, violencia y falta de garantías, en un país con presos políticos, humillados y sometidos.

Ante una de las más grandes migraciones de ciudadanos de nuestra historia americana, provocada fundamentalmente por el hambre, Maduro se muestra ostentando su poder en un costoso restaurante europeo, con total ausencia de sensibilidad, en un símbolo de lo que es su actitud ante un pueblo esclavo de su demencia, y perseguido en la discrepancia.

Todos tuvimos la oportunidad de ver a Almagro en los medios cuestionando severamente esta ausencia de democracia, y convengamos en que quienes creemos en ella, nos vimos gratamente sorprendidos por sus términos, intempestivos quizá, pero promovidos por la ignominia, cuando manifestó que "Defienden torturas, ¡no sean imbéciles!" en alusión a voces de nuestro país, que apoyan al devenido en dictador.

Pero como la democracia tiene enquistados generalmente actores que en realidad no creen en ella, no se hicieron esperar las “uruguayas” apreciaciones, pues tanto el Partido Comunista como el Pit – Cnt expresaron de inmediato su deseo de que Almagro sea expulsado del Frente Amplio, que a su vez rechazó por unanimidad las declaraciones del secretario, al analizar las mismas a pedido del Partido Comunista, que en “sesentistas” declaraciones, afirman que Almagro está “transformado desde hace tiempo en un peón del imperialismo yanqui, al servicio de las peores cosas” (sic).

El Pit-Cnt, que debiera ocuparse de sus cometidos y de la inestabilidad laboral en nuestro medio, incursiona en el asunto y también quiere que sea expulsado Luis Almagro de la OEA “por sus comentarios contrarios al gobierno venezolano de Nicolás Maduro”.

El ex - presidente Mujica, en su habitual estilo de indefinición conceptual dijo: “No siento que tenga que discutir la expulsión de alguien que quedó afuera. Pero de todas maneras me parece que hace rato que las cosas están determinadas y son meridianamente claras", poniendo cara de decir mucho, cuando de lo esencial no dijo nada, en complicidad con un autoritarismo que no admite contemplaciones, a no ser de alguien que no tenga a la democracia como una meta.

También el canciller Rodolfo Nin Novoa habló sobre las recientes afirmaciones del secretario, censurándolas.

Ciertamente, muchas de las declaraciones mencionadas se refieren al punto donde Almagro –infelizmente– sugiere que “no debemos descartar ninguna opción”, refiriéndose –aunque después lo niega– a una posible intervención militar para derrocar al devenido en dictador. Pero claro, ese pretexto les nubla el cerebro a los ofendidos, y nada dicen de todo lo otro, de lo que todos conocemos, que rompe los ojos y la razón.

Sin necesidad de entrar en detalle, no nos son extrañas las reacciones de organizaciones y partidos que nada tienen de democrático, pero sí nos inquieta que formen parte, con el silencio ante la ignominia, del mismo silencio inentendible e indigno que nuestro gobierno viene manteniendo con relación a los derechos humanos, gravemente despojados, de nuestros hermanos venezolanos.