Un ministro de Interior sin jerarquía
 El señor Bonomi no sólo fracasa rotundamente con la seguridad, sino que además comete el grueso error de meterse con las personas. Acusó a Lacalle Pou y a Novick, en una intervención indigna de un Ministro de Interior.
En un reportaje que le hizo el semanario Búsqueda, el ministro Eduardo Bonomi aludió en forma concreta a Luis Lacalle Pou y a Edgardo Novick, acusándolos de amparar a barras bravas de Peñarol.
Es doblemente inapropiada la intervención del Ministro de Interior, porque por la dignidad y jerarquía de sus funciones no puede personalizar el debate ni dirigirse en forma irrespetuosa a dos dirigentes políticos, acusándolos sin pruebas ni fundamentos.
Pero además, el Ministro se hace el distraído con su propia esposa, la diputada del MPP Susana Pereira, quien notoriamente tiene una activa vinculación con los barras bravas al punto que ha sido investigada por la justicia por maniobras por lo menos indecorosas.
Bonomi, “el bicho” de tortuoso pasado, es un oscuro personaje y no ha logrado superarse. Es un pésimo ministro de Interior, pero es también un interlocutor político sin jerarquía.
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