Correo de los Viernes - Triunfalismo vs. autocrítica

Triunfalismo vs. autocrítica

Se terminó la luna de miel. Tras la proclamación oficial de la Corte Electoral, el aparente triunfalismo que reinaba en el oficialismo, dio paso a una furibunda autocrítica. Las desesperadas muestras de unidad ante la derrota electoral, llegaron a su fin una semana después. Se asoman, ahora, las diferencias que nunca dejaron de existir en la coalición saliente, y junto a ellas, los reproches.

En la noche de la elección, mientras corría exaltado de un lado al otro del escenario, Martínez aseguraba: “nos enfrentamos a una situación inédita en Uruguay [...] Recién me mandaron un mensaje con una frase maravillosa: ‘Intentaron enterrarnos, lo que no sabían es que somos semillas’”. Todos los militantes, continuó el candidato, “demostraron que lo imposible, es posible”. Para finalizar, arengó Martínez, “¡A festejar esta gesta increíble!”.

A pesar de la derrota, los “festejos” continuaron en los días siguientes a la elección. Quizá, el ejemplo más paradigmático sea el de Enrique Rubio, Senador electo por el Frente Amplio, que aseguró a la prensa: “desde el punto de vista político el triunfo es del Frente Amplio. Derrota en términos electorales y políticos era si se mantenían los guarismos de octubre”.

No obstante, la confirmación de lo esperable –el triunfo de la coalición del cambio– marcó un cambio de rumbo que devela las profundas diferencias internas del Frente Amplio.

El Partido Socialista, al que pertenece el excandidato presidencial, fue el primero en visualizar “una derrota política dura”. En una declaración difundida en la prensa tras la proclamación oficial, los socialistas aseguraron: “tuvimos una derrota electoral que, para una fuerza política con vocación de gobierno, es una derrota política dura”.

Otros, como Miranda, presidente del Frente Amplio, y Bergara, Senador electo, aseguraron que debe hacerse “autocritica” pero que esta no se hace “ni inmediatamente ni en un instante” y que sería “absurdo” encararla como una cuestión “de pasar facturas”. Sin embargo, el líder del MPP, José Mujica, fue veloz y contundente: “militamos mal, militamos poco y los dirigentes no estuvimos a la altura de la militancia que tenemos. Nos dormimos, caminamos poco”, aseguró el expresidente.

Por su parte, la ex jefa de campaña de Daniel Martínez, defendió la performance del candidato oficialista, respondiendo a los más críticos. “Lo primero es entender que todos hicimos lo que entendimos que era mejor”, dijo Patricia González, para excusar a Martínez.

En Asamblea Uruguay, sector que lidera Danilo Astori, prefirieron la “prudencia electoralista”. Según José Carlos Mahía, “hay que estar en silencio en todo este período. Hay que generar análisis y reflexiones”. El objetivo de esto, explicó el Diputado, es “no entorpecer el trabajo político hacia afuera” y poner “todas las energías” para “mantener las intendencias en las que estamos e intentar ir hacia algunas más”.

A su turno, el Partido Comunista salió al cruce de las múltiples posturas en el Frente Amplio. Gerardo Núñez, Diputado por Montevideo, reclamó no seguir “como si nada hubiera pasado”, ya que, según él, “por algo se perdió”. En un comunicado difundido en la prensa, el Partido Comunista aseguró que “no es momento de nombres y de apuradas candidaturas. Es momento de escuchar, asumir errores, corregir”.

Los comunistas reclamaron un proceso de autocrítica global. “Es necesario abrir un proceso de autocrítica que abarque la gestión de gobierno; la campaña electoral; el papel del Frente Amplio, de su dirección y de sus formas de relacionarse con el movimiento popular y con la sociedad; y también del propio movimiento popular”, enfatizan en un largo comunicado.

Además, aseguran, el “proceso no se puede hacer entre cuatro paredes, es con la militancia frenteamplista y popular, en los barrios, en la calle. Tampoco alcanza solo con generar espacios de debate, implica construir la práctica política y social superadora de lo que sea criticado”.

Finalmente, en sintonía con los comunistas, los dirigentes del Partido por la Victoria del Pueblo, consideraron que “el Frente Amplio no puede permitirse posponer, sea por motivos de agenda electoral u otros, una elaboración de un balance y perspectivas en la fuerza política y donde el liderazgo, de la misma forma que lo tuvo para conquistar votos, lo deberá tener la militancia frenteamplista y las bases del FA”.