A contramano de lo que habían anunciado sus dirigentes, el PIT CNT ingresó en la propaganda electoral, politizando indebidamente su actuación y sumándose a la campaña del miedo que promueve el oficialismo, sugiriendo que la coalición opositora privatizará las empresas públicas. Se preparan para la “resistencia”...
Aunque el titular de la central obrera, Fernando Pereira, había dicho que “"nadie espere que la central sindical se pronuncie a favor de un candidato” la definición apoyando al oficialismo no se hizo esperar, irrumpiendo con una campaña en las redes sociales titulada “Tu voto decide”, en la que no se menciona al ingeniero Daniel Martínez pero es muy claro el posicionamiento.
Entre otros, se ha publicado un video con la experiencia de Florencia, una joven que dice trabajar en Antel. Allí destaca que a esta empresa pública "la supieron defender miles de uruguayos" y que "gracias a ello hoy tenemos Plan Ceibal, fibra óptica en el hogar, Antel Arena, las telecomunicaciones al servicio de todos y todas sin importar el estrato social", en referencia implícita a la gestión del Frente Amplio en los 15 años de gobierno.
En la misma línea, agrega: "Este 24 (de noviembre) nos toca defender las empresas públicas una vez más, por eso vos decidís, hacelo en defensa propia".
La campaña es engañosa, porque nadie ha propuesto desde la coalición opositora un ataque a las empresas públicas, que es lo que sugiere la publicidad. Con un sesgo absolutamente dogmático e ideologizado, el dirigente de la Federación Ancap, Salvador Sprovieri, secretario general de este gremio, sostuvo que “una coalición de derecha, neoliberal y militarista va a ir en contra de la existencia de Ancap. Es real que podamos enfrentarnos a un conflicto grande en defensa de la Ancap estatal y pública. Estas propuestas son un ataque frontal a la soberanía nacional, porque se caerían todos los productos que se hacen a partir de la refinación. ¿Y a qué precio habría que importarlos?”, cuestiona.
Lo que propone la coalición es “avanzar hacia precios de combustibles que sean competitivos con la región u el mundo, introduciendo gradualmente acciones que transparenten y racionalicen el mercado, buscando trasladar a los consumidores las eficiencias obtenidas”.
Es decir, lo que se procura es ir bajando el precio de los combustibles, algo que el país necesita y la gente reclama, por lo que es muy distorsionado el alegato del secretario de la Federación Ancap, que no alzó su voz cuando el gobierno del Frente Amplio de la mano de Raúl Sendic fundió a Ancap, dejándola postrada y vaciada al borde de su desaparición. Ese fue el peor ataque que recibió Ancap en su historia y fue a la vez la peor herida que el prestigio y la fortaleza de las empresas públicas pudo haber recibido. Y fueron el Frente Amplio y Sendic quienes los cometieron, ante el silencio cómplice de los sindicatos que ahora dicen defender a las empresas del Estado...
Con el mismo sentido politizado y antidemocrático, varios sindicatos
anuncian que se preparar para resistir las medidas que proponga el nuevo gobierno, como si se tratara de una guerra en vez de una convivencia civilizada y sometida a los alcances legales que corresponden.
Flaco favor le hacen estos dirigentes sindicales al prestigio de los sindicatos, que viene en baja desde hace tiempo. En vez de ocuparse seriamente por el desempleo, que trepa ya a un preocupante 9.5% o de comprometerse a mejorar las relaciones laborales, los dirigentes sindicales hacen política partidaria y se suman sin pudor a una campaña oficialista llena de agravios y de mentiras. Es un camino equivocado y pernicioso, que daña a la central obrera y principalmente a los trabajadores.
