Correo de los Viernes - Según el Ministerio, presos hambrientos fingieron

Según el Ministerio, presos hambrientos fingieron

Las explicaciones del Ministerio de Interior son cada vez más extrañas. Ahora sostiene que los presos hambrientos habrían “contraído el diafragma” para exagerar su situación.

La fotografía que acompaña esta nota, ya publicada en Correo es dramáticamente elocuente respecto a la situación de desnutrición en que se encontraban siete reclusos de la cárcel de Santiago Vázquez.

Ante ello, el comisionado parlamentario Dr. Juan Miguel Petit presentó una acción de amparo, tras la cual la Justicia determinó que el Ministerio de Interior debía asumir una serie de obligaciones, con un plan alimentario específico para cada uno de los reclusos.

Ahora el Ministerio ha recurrido esa sentencia judicial porque los presos podrían haber “contraído su diafragma”, es decir, podrían haber hundido el estómago para exagerar su precaria condición física. El Ministerio sostiene además que “no existe ningún derecho vulnerado” y que se ha venido desarrollando “una inmejorable política carcelaria”, extremos que indican que el escrito del Ministerio no se guarda ningún exceso.

La condición de desnutrición aguda de los reclusos quedó confirmada sin discusión a través de los registros gráficos, pero además por las comprobaciones de la médica que los atendía una vez por semana, que registró sus pesos y sus medidas. Uno de los presos, de 1.70 de altura, pesaba 47.3 quilos, por lo que su masa corporal era de 16.3, bastante lejos del mínimo de 20 y máximo de 25, que marca la existencia de desnutrición o en el caso contrario, de sobrepeso. De los siete reclusos, solo uno estaba por encima del puntaje de 20, por lo que seis de ellos se encontraban en la condición descripta por el comisionado parlamentario, que se basó precisamente en el dictamen de los médicos actuantes.

Ante ello, el Ministerio actuó con el mismo instinto defensivo que llevó en reiteradas ocasiones al Ministro Bonomi a culpar a las víctimas de los asaltos o robos; o al subsecretario Vázquez a investigar al pizzero que había contratado a un policía en vez de averiguar quién había asesinado al guardián del orden. En vez de reconocer el problema con los reclusos desnutridos y comprometer una política efectiva y responsable, el Ministerio trata de desmentir el hecho original –con la absurda interpretación de que los reclusos hundieron el estómago– y a la vez, intenta atacar al Dr. Petit, quien según el Ministerio, recurrió a una acción “mediática” que podría haberse encarado por vías administrativas. El Ministerio insinúa que el Comisionado hizo ruido en la prensa en vez de concurrir a las oficinas del Ministerio…El recurso de amparo presentado por el comisionado parlamentario fue lo único que movilizó en forma rápida a la Justicia y al Ministerio. Si el Dr. Petit hubiera cursado las vías administrativas habituales, habrían pasado semanas y semanas antes de llegar a una resolución, con claro riesgo de vida de los reclusos desnutridos.

Así como suele ocurrir con el Vicepresidente de la República, cuyos argumentos parecen muchas veces preparados por “el enemigo”, en este caso surge la evidencia de que el escrito del Ministerio, sosteniendo que los presos contrajeron el diafragma, es por lo menos ridículo, sino infame.