El pasado jueves se efectivizó un más que merecido homenaje por parte de amigos, correligionarios, vecinos, la propia Alcaldía de Punta del Este y el Sr. Intendente Antia a Don Benito Stern.

En esa grata tarde se inauguró el Espacio que lleva el nombre del homenajeado, en la sede de lo que se identifica como “Vieja Estación”, baluarte de la cultura puntaesteña y nacional, donde antiguamente funcionaba la emblemática estación de servicio Ancap de la Avda. Gorlero.

Hoy este espacio cultural cuenta con salas de exposiciones, disertaciones y alberga un museo del automovilismo. En ese lugar, hoy y luego de descubrir el propio Benito la placa, cuenta con un espacio acorde a la gran figura del ex Intendente colorado de Maldonado y ex Ministro de Turismo entre tantas y tantas actividades que ha realizado esta figura del quehacer de Punta del Este.

El propio actual Intendente Antia resaltó que “Benito convoca aún hoy multitudes”. Es un hecho claro que ante un evento que no fue debidamente publicitado, sino de un boca a boca, la “vieja estación” se vio desbordada por un más que entusiasmado publico. Esos amigos, esos colorados de ley y de otras corrientes estuvieron presentes, así como quién escribe estas líneas. La emoción se sintió, el pueblo de Punta lo vivió. En nuestra ciudad emblemática, Benito firme y con una voz potente y dueño de una impronta como la del viejo caudillo colorado que aún hoy es, fue agasajado con nutridos aplausos. Benito al igual que quien escribe somos felices testigos de que la fuerza de los votantes se unió sin pacto alguno, solo en el sentir popular y hoy el Frente Amplio forma parte de la triste historia política de Maldonado.

El mismo día, pero ya avanzada la noche y la madrugada del viernes, la tormenta real se abtió sobre San Carlos, destruyendo todo a su paso. No era el “temporal inexistente”, anunciado con bombos y platillos al asumir el primer mandato el Presidente Vázquez, aquel que iba a hacer temblar hasta las raíces de los arboles, sino una tormenta real y que castigó por igual a quienes lo votaron y a quienes no, cobrándose una víctima fatal y varios heridos y que literalmente derribó paredes, árboles, columnas, tendidos eléctricos, etc.

Luego, el 24 de diciembre, el Sr. Presidente fue abucheado e increpado por la gente, pese a que esa Alcaldía es frenteamplista por escaso margen de votación. El Presidente se vio sorprendido, ya que salvo por un pequeño grupo encabezado por una señora mayor con un cartelito casero que daba la bienvenida al Presidente, esas personas que van con su ideología perdida hasta la tumba, sin poder ver lo que estaba a su alrededor. No había jolgorio al que está (o estaba) mal acostumbrada la izquierda dominante, solo el pueblo castigado estaba presente y arreglándose gracias a la espectacular y rápida intervención de la comuna de Maldonado, del Ejercito, de los vecinos, de las ONG. El Presidente pasó casi inadvertido, incluso los periodistas le consultaban y en sus respuestas demostró notorias falencias, intentando mandar la pelota fuera de la chacha cuando se refirió a que el gobierno central no abandonó a Maldonado porque otorgó dinero para reconstruir parte de Piriapólis, la otra alcaldía en manos del MPP. La jugada le salió tan mal al Sr. Presidente que la gente quedó peor cuando se retiró que antes de que viniera a hacer política sin solucionas reales y rápidas, acompañado por la Sra. Alcaldesa. Yo estaba, soy testigo de estas afirmaciones, ya que con un grupo de voluntarios trabajamos en pos de San Carlos, antes, durante y después que el Presidente Vázquez terminó su gira poco triunfal.

Lo mismo le pasó (cuando ya no pudo ni simular su teatral sonrisa) cuando la Sra. Embajadora de Israel, en pleno Maldonado, al comienzo de esta semana le traslado públicamente su claro descontento por la actitud diplomática de Uruguay bajo el mando del Frente Amplio. Israel donó importantísimo material de apoyo al sistema de video vigilancia que hoy ya ha dado fruto detectando un vehículo robado circulando.

Montevideo tiene también cámaras, pero de un perfil tecnológico altamente inferior y solo hábiles y destinadas para fiscalizar y multar en aras de engordar aún más las arcas comunales montevideanas.

Qué distinto que funciona hoy en Maldonado, qué diferente ya desde la propia idea y objetivos planteados.

Es esta la última nota del 2016 en este querido semanario y no quiero quedarme con la tristeza de lo acontecido, sino con la esperanza y la alegría del reconocimiento a “nuestro Benito”, el colorado de siempre, el que nunca se esconde, el que siempre está para escuchar, aconsejar y dar cátedra de vida y transparencia. Sinsabores también tuvo que soportar de la mano de la injusticia, pero a eso estamos los colorados siempre expuestos, ya que somos lo que sentimos, es decir ayudar a otros sin pedir nada a cambio para sí.

Permítanme también expresar mi reconocimiento personal hacía nuestro Benito por el apoyo moral a la bandera colorada que enarbolé dignamente al representar al Partido en las pasadas elecciones municipales. Mucho he aprendido en esas lindas charlas de café con Benito, que mantuvimos y que aún hoy las seguimos manteniendo y que sea así por muchísimos años más; necesito seguir aprendiendo de grandes como usted, Don Benito. Su discurso ennoblecido por los años de tanto trajín personal y político me acompañará en este fin de año.

Mis saludos a todos los compatriotas y que este 2017 sea un poco más tolerable que el 2016. Falta poco para el cambio de colores de gobierno, el Uruguay que queremos renacerá.