¿Qué pasa con el Centro Cachón?

Desde el pasado lunes 25 se encuentra ocupado el Centro Tiburcio Cachón, donde algunos de sus usuarios han iniciado una huelga de hambre. ¿Pero qué es el Centro Tiburcio Cachón?

El referido centro funciona desde hace 53 años y atiende a personas mayores de 12 años ciegas o con baja visión brindándoles un servicio de rehabilitación “basado en la comunidad”. Como señala la web de la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay, “La rehabilitación es un proceso personal, dinámico y a término, mediante el cual la persona con discapacidad visual (ciega o baja visión) recupera el máximo posible de autonomía y su participación en la vida social, educativa y laboral. Este proceso basado en la adquisición de las técnicas específicas (movilidad, habilidades diarias y comunicación) le facilitará recuperar su independencia y mejorar así su calidad de vida. El modelo de rehabilitación basado en la comunidad se desarrolla en la localidad donde vive la persona, teniendo presente el contexto y sus necesidades; la tarea está centrada en la persona con discapacidad y su familia, y se ve favorecida por la articulación con las distintas redes socio-comunitarias”.

El Centro Cachón, que estaba hasta 2009 en la órbita depende ahora del Programa Nacional de Discapacidad (PRONADIS) del MIDES. Precisamente, fue la directora del PRONADIS, la Lic. Begoña Grau, quien informó a los usuarios que el programa de rehabilitación sería trasladado a la sede del Instituto Nacional de Ciegos General Artigas, ubicado en Camino Maldonado y Libia. El Centro Cachón actualmente funciona en el barrio Brazo Oriental, a pocas cuadras de la Plaza del Ejército.

Precisamente, el traslado —decidido sin consulta a los usuarios— es el motivo del conflicto. Uno de los ocupantes, Gregorio Fernández, narró a “El País” que se enteró del inminente traslado de casualidad, al escuchar una conversación entre técnicas en un pasillo del centro. Fernández inmediatamente dio la voz de alerta a los otros usuarios e inmediatamente buscaron contactar a la Lic. Grau. “Tratamos de conectarnos con la directora del Programa de la Discapacidad, Begoña Grau, por teléfono y por mail. Pasaron tres meses y un día vino acá a decirnos que era una decisión política que estaba tomada, que se hacía por economía y teníamos que irnos. Entonces dio la orden al director de que nos tenía que desalojar porque iban a fumigar, a fines de febrero. Hasta hoy no fumigaron nada”, explicó.

Según Fernández, hace tiempo que se le vienen retaceando recursos al Cachón. Desde la “rentrée” de Marina Arismendi en el MIDES se advierte un marcado desinterés oficial. “Hay un desmantelamiento global y empezaron por no mandar más técnicas de orientación y movilidad a las casas de las personas. Antes, si uno no tenía un familiar o un amigo que lo acompañara al Cachón, el técnico iba a su casa. Primero lo sacaba a la puerta, a la vereda, después le hacía dar una vuelta a la manzana y así hasta que perdiera el miedo y pudiera andar solo por la calle, andar en ómnibus y llegar al Cachón. Eso se terminó”, denunció Gerardo Fernández.

Pero el traslado fue la gota que desbordó el vaso. Según los usuarios —y un grupo de ex usuarios— la zona de Cno. Maldonado y Libia, además de ser más alejada, es más abierta y sin veredas y transita menos gente, por lo que tendrán menos oportunidades de pedir ayuda a algún transeúnte.

Otro de los usuarios del Cachón, Carlos López, señaló a “La Diaria” que en el actual emplazamiento “hay cruces con semáforo, estamos rodeados de cuatro avenidas, hay una cantidad de cosas que ya están programadas para que nosotros podamos hacer una rehabilitación”. En Cno. Maldonado y Libia, en cambio, “si salís de Camino Maldonado y te metés para adentro son lugares intransitables”.

Al igual que Fernández, López también denunció a “La Diaria” el progresivo desmantelamiento del Cachón: “Acá había 40 y pico de instructores, mientras que ahora hay nueve o diez; acá había un gimnasio que está abandonado porque ni siquiera traen a un estudiante a hacer pasantías y que nos dé gimnasia. Por nuestra discapacidad tendemos a ser sedentarios; la gimnasia nos hace bien. Físicamente sigue estando el comedor; antes había una cocinera a la que le pagaba ASSE y que servía algo calentito, un caldo, un café. Pero lo importante no era lo que servía, sino el momento que compartían todos los compañeros; es una función social que nos ayuda mucho. Esa cocinera fue sacada de acá. No hay oculista ni nadie que enseñe Braille”.

Resulta incomprensible que la directora del PRONADIS no haya brindado ninguna explicación, salvo la escueta que le formuló a los usuarios. Por lo pronto, ni a “El País” ni a “La Diaria” le ha querido declarar nada.

La directora adujo un “tema económico” y se señala que el motivo sería el aumento del alquiler a $ 140.000. ¿Un Estado que ha arrendado locales a precios exorbitantes no puede pagar $ 140.000 al mes para un centro considerado un modelo en América Latina? ¿No era que “el gasto social no se toca”?



Un Frente más angosto
¿Qué es lo primero?
Julio María Sanguinetti
Ganancias de ANTEL: U$S 246,4 millones de dólares
Yo te creo... ¡si sos compañero!
La "paternidad" del grado inversor no es frentista
Los agoreros del desastre se quedaron con las ganas
Uruguay destaca en clima de negocios
De certificados falsos y horas truchas...
"El pasado de una ilusión"
Contrastes: Expoactiva y agro negocio, Facultad de Ciencias Sociales y marxismo
Tomás Laguna
Coraje en el Quebracho. Testimonios de los valientes.
Leonardo Vinci
Las universidades norteamericanas: ¿la nueva cloaca moral de occidente?
Jonás Bergstein
Construcción del Antel Arena: una historia que debe terminar
Jorge Ciasullo
Constitución Federal de los Estados Unidos de América
Daniel Torena
Chile, a medio camino
Las supercherías de Judith Butler
Frente a Putin, respuesta o derrota
Frases Célebres 983
Tenía que sobrevivir. Cómo un accidente aéreo en los Andes inspiró mi vocación para salvar vidas
LA LIBRERIA
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2021 Correo de los Viernes. Publicación de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.