Correo de los Viernes - Perro digital

Perro digital

Por Consuelo Pérez

Ha trascendido, para asombro de los uruguayos, que la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal, en el ámbito del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), considera necesario la colocación de microchips en los aproximadamente 1.7 millones de perros que hay en Uruguay para llevar adelante un registro obligatorio de los animales, de acuerdo a una norma legal de 2009 hasta no aplicada.

El 1° de octubre comenzará dicho registro para toda la población canina del país, para lo cual se empleará un sistema de “chipeado” que permitirá la identificación del perro y también la de sus propietarios, como responsables de los mismos.

Es así que como límite, desde el 1° de enero de 2018 todas las mascotas y sus respectivos dueños deberán estar inscritos en el Registro Nacional de Animales de Compañía (Renac), y se iniciará la fiscalización ya decidida por el gobierno, informó a los medios el presidente de la Comisión de Tenencia Responsable y de Bienestar Animal, Enzo Benech.

El dispositivo tiene el tamaño de un grano de arroz, se instala una sola vez en la vida y se implanta de forma subcutánea. En cuanto al costo, se informa que no se fijará un precio para la colocación del microchip, aunque se sugiere cobrar 200 pesos más IVA. EL chip saldrá entre 200 y 300 pesos, aunque algunos dicen que serán 500.

Las sanciones previstas por la normativa en caso de incumplimiento son económicas y oscilan entre 5 y 500 Unidades Reajustables, lo que equivale hoy a $ 4.935 hasta $ 493.500 aproximadamente.

El chip es la "cédula de identidad" de la mascota, que permite acceder a información sobre el animal, como el nombre, el año de nacimiento, y datos de su dueño. Será útil por ejemplo en caso de accidentes provocados por perros, pues "No podemos hablar de tenencia responsable si no sabemos quién es el dueño de los animales", enfatizó Benech.

Se preguntará el lector cómo será el procedimiento para “chipear” a los miles de perros sin dueño, que son los que probablemente causen más accidentes, agresiones y otras calamidades. ¿Se les exigirá que concurran voluntariamente al MGAP?

También es complicado imaginar a un dueño pagando una multa de $ 493.500 (cuatrocientos noventa y tres mil quinientos pesos), como complicado es imaginar qué delito habrá cometido ese can para llevar a su dueño a la ruina.

¿Será con la fuerza pública el ingreso a la residencia de un ciudadano con un perro en falta, denunciado por un vecino porque su zaguán apareció orinado?

Las sugerencias de los ciudadanos con relación a la implantación de “chips”, y motivadas por esta noticia, apuntan en opiniones vertidas en las redes y otros medios de difusión a otros destinatarios, tales como delincuentes, reclusos antes de fugarse, personas que utilizan medios electrónicos para burlar las finanzas del Estado, y otras ingeniosas y novedosas propuestas, que ironizan la novel y primermundista obligación.

Por supuesto que nos vienen a la mente otros proyectos desligados de nuestra realidad como ciudad y como país, que han surgido últimamente, y que nos obligan a pensar en que algo grande puede estar pasando para que se nos pretenda distraer con esta temática, absolutamente distinta pero comparable por su falta de inserción en la realidad, como lo es la “bicisenda” central por 18 de Julio.

Dijimos que se informa que son 1.700.000 los perros uruguayos.

Ante la pregunta de muchos ciudadanos de cómo hicieron para contarlos si hoy por hoy no existe ningún tipo de control, se nos ocurre que, coherente con el procedimiento que se pretende implantar, se habrán contado las patas de los perros (y perras) y luego dividido entre cuatro.

Bueno, hay una al menos, muy mediática ella, que tiene tres...