Correo de los Viernes - ¡Para el campeonato mundial de las mentiras!

¡Para el campeonato mundial de las mentiras!

Si algo no podía hacer Tabaré Vázquez era prometer que en un nuevo gobierno del Frente Amplio bajarán las rapiñas, “por lo menos en un 30%”. Pero, con la soberbia que lo caracteriza, lo hizo, sin parpadear. El autor de la peor política de seguridad de las últimas décadas, gracias a cuya gestión las rapiñas se multiplicaron por tres, hace a quince días de las elecciones una promesa demagógica en la que nadie cree.

El argumento del candidato continuista es que ahora están en condiciones de comprometer la meta de bajar un 30% las rapiñas y asaltos porque las Policía gana mejor y porque ahora se cuenta con tecnología —cámaras de vigilancia, etc.— que contribuirán a esa tarea. Las cámaras de vigilancia existen desde hace 20 años y el salario policial ya tuvo aumentos anteriormente, pese a lo que las rapiñas no bajaron.

Por lo tanto, es difícil creer a quienes han fracasado sistemática y dramáticamente en la conducción de la Policía. Como informó Correo de los Viernes hace 20 días las rapiñas que llegaban a la cifra total de 7.000 por año en 2004, alcanzan ahora el record extraordinario de 20.000 por año, es decir, se multiplicaron por tres durante los nueve años de gobiernos frenteamplistas, con un crecimiento anual incesante.

Y eso se debió a las políticas de “inseguridad” aplicadas por Vázquez y por Mujica, ya que, siguiendo la propia línea de razonamiento oficialista, según la cual las condiciones económicas de las personas son las que las llevan a delinquir, es claro que el país creció en este tiempo y que aumentó el salario y bajó el desempleo, pese a lo que las rapiñas crecieron por tres. Quiere decir que es la acción ministerial la que ha fallado. Para colmo, Vázquez se comprometió a mantener a Bonomi en el Ministerio —tiene que cumplir con la cuota del grupo de Mujica— por lo que no hay ninguna señal de cambio. Como dijo Correo hace 20 días, si gana el Frente Amplio los uruguayos estamos condenados a vivir en la inseguridad, más allá de la palabra fácil y demagógica del candidato oficialista.