Mirtha Guianze y el tío Carlos

El abogado italiano Fabio Galiani acusó a la Dra. Mirtha Guianze (ex fiscal y ex presidente de la Institución Nacional de Derechos Humanos) de encubrir a un represor uruguayo, el ex jefe del cuerpo de Fusileros Navales C/F Carlos Guianze.

El pasado 9 de agosto, el portal de noticias Infobae publicó una entrevista a Fabio Galiani, un abogado italiano que fungió como representante del Estado uruguayo en la causa que se seguía en Italia contra varios militares de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, imputados por la desaparición de ciudadanos italianos en el marco de la Operación Cóndor (la coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur).

A lo largo de la misma afirma que un grupo de uruguayos, entre los cuales menciona al actual Secretario de la Presidencia, Dr. Miguel Toma y a la ex fiscal Mirtha Guianze, entre otros, operó con el propósito de sabotear su trabajo y desplazarlo de la representación del Estado uruguayo —lo que a la postre lograron— a efectos de tener bajo control a quiénes se condenaba y a quiénes no, parapetados en una simulada condición de “héroes de los derechos humanos” (Galiano dixit).

La descripción de la operativa de este “pequeño círculo de personas”, como lo caracteriza Galiani, es extensa y puede leerse en la entrevista que enlazamos más arriba, pero lo verdaderamente sorprendente es la revelación que el italiano realiza, acusando a la Dra. Guianze de encubrimiento a un represor por su vínculo familiar con él.

Fabio Galiani manifiesta que el 27 de agosto de 2015 mantuvo una reunión de tres horas con Mirtha Guianze. “Conversamos sobre cada testigo que yo proponía para comparecer en Roma. Ella estuvo de acuerdo con todos, excepto con incluir a los militares. Todavía tengo la lista de testigos así como los comentarios a cada uno de ellos escritos por Guianze de puño y letra” , (subrayado nuestro) señaló Galiani a Infobae.

La negativa de Guianze a incluir militares resultó por lo menos sorprendente. Galiani a ese respecto indicó que “debido a su decisión tuve que renunciar a los militares que había propuesto como testigos. Esto llamó poderosamente la atención del Presidente de la Corte quien me pregunto en privado: «¿En qué tipo de juicio contra una dictadura no llama a militares como testigos?»”.

Relata Galiani que su relación con Guianze se deterioró aún más cuando el abogado llamó la atención sobre cuatro detalles.

El primero, que era materialmente imposible que sólo dos oficiales de la Armada uruguaya (los Capitanes de Navío Jorge Troccoli y Juan Carlos Larcebau) hubieran sido los responsables de la “pata naval” de la represión.

El segundo, que el C/N Troccoli no hubiera sido investigado por sus actividades en 1976, cuando integraba el OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas) y operó también en Argentina, porque fue el año en que desaparecieron uruguayos en aquel país.

El tercero, que era incomprensible que Troccoli hubiera logrado escapar de Uruguay y no hubiera sido arrestado pese a que su responsabilidad había quedado comprobada en sus declaraciones ante la entonces fiscal Mirtha Guianze.

Y cuarto —tal vez lo más importante—, que la entonces fiscal Guianze no se hubiera excusado de participar en el proceso contra Troccoli, ya que en 1976 el entonces Capitán de Fragata Carlos Guianze era el jefe del cuerpo de Fusileros Navales (FUSNA) e incorporó al entonces teniente de navío Jorge Troccoli al S2 (inteligencia) del cuerpo, lo cual incluía tareas de represión concretas.

Galiani revela a continuación que entre los documentos que le fueran entregados para ser presentados ante la Justicia italiana estaba el legajo de Troccoli. En el mismo —dice Galiani— faltaba una hoja: “la que probaba que que Carlos Guianze interrogaba y torturaba gente junto con Troccoli”.

Galiani sigue narrando cómo Guianze se negó a que comparecieran testigos que podían estar en conocimiento de actividades represivas —incluidos asesinatos y enterramientos clandestinos— por parte de oficiales navales, incluso —según Galiani— presionando, junto a otras personas, a ciertos testigos que luego, en Roma, ocultaron buena parte de los hechos que estaban en su conocimiento.

Galiani resume así la participación de Mirtha Guianze en el juicio en Roma: “Ella puso obstáculos a mi trabajo cuando me metí más profundamente en el caso y amplié el grupo de personas de la Armada Uruguaya a ser investigadas”.

La acusación del abogado italiano es muy grave porque pone en tela de juicio el compromiso de la Dra. Guianze con la causa que tanto dice defender y la involucra en una operación de encubrimiento de ex represores a efectos de salvar el nombre de un familiar directo (Carlos Guianze ya falleció).

Hasta ahora, Guianze no ha explicado con claridad su rol, más que en tuits que constituyen más una reacción emocional que una explicación serena que desmienta las imputaciones del abogado italiano.




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