En estas páginas, desde que se lanzó el proyecto de ley para legalizar el consumo de la marihuana, finalmente aprobada en diciembre de 2013, se han escrito numerosos artículos, prácticamente uno por mes, todos ellos, como consideramos no puede ser de otra manera, absolutamente contrarios a la norma, intentando advertir sobre sus consecuencias, particularmente en la salud de la población.

En cierto momento, previo a su aprobación, se habló de un plebiscito, que nunca se llevó a cabo, probablemente porque los sondeos realizados por encuestadoras, daban un resultado mayormente negativo a la aprobación de una ley de esa naturaleza.

Hoy está en discusión, la forma en que se ofrecerá la droga al público en general y su precio final. Mientras se promueve su cultivo y consumo , como lo fue la “Expocannabis”, insólitamente declarada de Interés Nacional por los Ministerios de Industria y de Educación y Cultura , llevada a cabo en el LATU el 14 y 15 de diciembre, exposición a la que nos referimos en la edición de Correo del viernes 19 de diciembre.

Aún con el riesgo de cansar al amigo lector y casi con la certeza que, como hasta ahora, caiga en saco roto, todo lo que se advierta sobre las consecuencias que el consumo de esa droga tiene sobre los individuos, nos sentimos en la obligación de continuar con nuestra crítica.

El Estado de Colorado (USA) con una población de 4.300.000 habitantes, comenzó en el añ0 2000 un proceso que llevaría a la aprobación de una ley autorizando el cultivo y consumo de marihuana. Así, sintéticamente, entre 2006 y 2008 se autoriza en forma medicinal- Entre 2009 y 2012 comienza su expansión hacia otros fines. En 2012 se legaliza su producción y consumo en disposiciones muy similares a la Ley aprobada en nuestro país

A mediados del año 2013, el Programa Federal, financiado por la Oficina Nacional de Drogas de la Casa Blanca (HIDTA) hace público un informe, sobre algunos resultados verificados en Colorado desde la finalización del proceso, es decir desde que se autorizó su producción y consumo para todos los fines.

 El informe establece:

- En los accidentes de tránsito con resultados fatales, los conductores involucrados aumentaron en dar positivo en el consumo de marihuana en un 114%.

- En el año 2011, el promedio de jóvenes en Estados Unidos entre 12 y 17 años considerados consumidores frecuentes de marihuana era de 7,64%. En el estado de Colorado el promedio fue de 10,72%

-En el mismo año, en los adultos entre 18 y 25 años el promedio nacional de consumidores frecuentes era de 18,7%, en el Estado de Colorado 27,26%.

-Los ingresos a emergencias hospitalarias vinculadas al consumo de marihuana entre 2005 y 2008 en el estado de Colorado, mostraron un promedio de 741 urgencias anuales. Entre 2009 y 2011 este promedio se elevó a 800 consultas.

- Se constató el aumento en los delitos, entre ellos, la incautación de paquetes de correo enviados desde el estado de Colorado a otros estados. En 2011 se registraron 36 casos. En 2012, 158, entre enero y mayo de 2013 con la marihuana para uso recreativo aprobada 209 casos.

Las cifras anteriores son demostrativas de las consecuencias del consumo de la droga, consecuencias que fueron reiteradamente advertidas por especialistas. La Sociedad de Psiquiatría del Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Siquiatría de la Infancia y la Adolescencia en un informe en conjunto establecieron: “El consumo de la marihuana altera la memoria reciente, retarda el aprendizaje; dificulta las funciones reproductoras, tiene graves consecuencias sobre la percepción, afecta las funciones cardíacas, dificulta la función pulmonar, perdida de capacidades motoras, etc.”

Asimismo, se ha comprobado que un alto porcentaje de consumidores “frecuentes” derivan luego a drogas más pesadas y, en ese caso, en su mayoría “sin retorno”

Todo ello, como consecuencia de que “el ingrediente principal activo de la planta cannabis-sativa es el tetrahydro-cannabinol (THC). En los 60, la presencia de esta sustancia en los” porros” era entre el 1 y 2%. Actualmente es 18 veces más fuerte y altera los circuitos neuroquímicos cerebrales” (Diario El Pais Marihuana y Publicidad 20.12.2014).

El Uruguay, como es público, llevó a cabo una exitosa campaña contra el consumo de alcohol y tabaco, aun enfrentándose a grandes compañías que incluso derivaron en juicios millonarios , lo hemos comentado favorablemente. Mensajes , imágenes televisivas, advertencia en las cajillas, aumento de impuestos, prohibición de exhibición y publicidad, prohibición de ventas a menores, etc. tuvieron un resultado alentador (Entre 2011 y 2014 aumentó la percepción de riesgo en el consumo de alcohol de 58 a 70.64% y bajó el consumo de tabaco de 24 a 9%) .

La salud de la población, como ya lo comentamos, es obligación Constitucional del Gobierno (Artículo 44), pero además, específicamente el Artículo 9 de la Ley de la marihuana dispone:

“El Sistema Nacional de Salud, deberá disponer de las Políticas y dispositivos pertinentes, para la promoción de la salud, la prevención del uso problemático de cannabis, así como disponer de los dispositivos de atención adecuados, para el asesoramiento, orientación y tratamiento de los usuarios problemáticos de cannabis que así lo requieran.”

No tenemos conocimiento que se haya programado o previsto alguna acción en el sentido dispuesto en el artículo citado. Irónicamente dos secretarías de estado declaran de “interés nacional” una exposición disfrazada de didáctica e histórica, cuando lo que se promovía era su cultivo consumo y, faltaba más, elementos para consumirla in situ, donde seguramente se enseñaba a realizarlo en forma eficiente.

Seguramente hay en nuestro país ciudadanos que o están a favor de continuar y tal vez liberar aún más el consumo de esta droga, pese a las experiencias en otros países y las advertencias. A todos ellos la pregunta con la que se inicia este artículo: ¿Te gustaría que tus hijos fumen marihuana?