Correo de los Viernes - Maldonado entre realidades y nostalgia

Maldonado entre realidades y nostalgia

Por Jorge Bentos

La movida nocturna, previa al gran día patrio del 25 —fecha nacional que se vive desde el corazón y la permanencia— es disfrutada por todas las franjas etarias, lo que valoran mucho los comerciantes pero también lamentablemente los delincuentes. Mientras trabajadores y empresarios se ocupan y preocupan de que las fiestas, reuniones y cenas sean un éxito, se deben extremar precauciones porque tenemos una delincuencia claramente organizada.

Dentro de ese marco, la Policía en este departamento está abocada, por un impulso e impronta desde un mando responsable, a combatirla lo más seriamente posible dentro de los muy magros recursos que el Ministerio del Interior proporciona. Debemos felicitar por los operativos de impacto implementados por buenos funcionarios policiales que actúan en defensa de civiles en mérito a su vocación. Estos operativos arroja resultados ciertos y alarmantes.

Hoy existe en depósito de la Jefatura fernandina un total aproximado de 6.000 motos incautadas y no reclamadas; de igual manera, tiene un aproximado de 4.000 bicicletas y casi 500 automotores. Cifras cercanas proporciona la Intendencia de este departamento, la que tiene un caudal también importante en materia de birrodados retenidos.

A lo anterior se debe agregar que se ha realizado una incautación de 6.000 kg de cocaína pura, la que estaba destinada a ser vendida en el marco de la “noche de la nostalgia“ en Maldonado. Estos 6.000 kg se transforman en 30.000 diluidos y fraccionados: el importe ronda el medio millón de dólares que obtendría la delincuencia por su accionar. Encontrar una mula es bueno pero no nos equivoquemos ya que falta toda una tropilla de mulas por encontrar. Solo el accionar de buenos funcionarios detiene en la “trinchera” el embate delictivo que sufre la ciudadanía. Estos funcionarios policiales —y también los municipales— hacen casi milagros, pero no alcanza su invalorable y valiente accionar porque no existe una línea política nacional que gobierne bien y gestione.

El Frente Amplio tiene mayoría parlamentaria, pero ni siquiera se preocupa por “reutilizar” los elementos materiales incautados. Vale la pena preguntarse por qué el Frente no indica por ley qué hacer con esos bienes materiales, acortando los plazos legales de reclamos en estos casos y colocar los mismos en subasta pública, expresado esto solo a vía de ejemplo. Soluciones tiene que haber y ni no existen, se deben crear. La inseguridad llegó con el Frente Amplio y será difícil reconstruir la sociedad en paz y armonía conforme a los recuerdos que teníamos. Pero tenemos “madera en el llano” para lograr la tan anhela reconstrucción nacional; Maldonado y su gente es un ejemplo armado desde la base misma de la población.

Debemos tener nostalgia de muchas cosas que han sido destruidas por la izquierda gobernante, como ser Pluna, Raincoop, trolleybuses, el “tren de los pueblos libres” y cientos de tristes ejemplos más, tanto nacionales como departamentales en la “era del Frente”. Pero sobre todo, en este enfrentamiento entre realidades actuales y nostalgias, recordemos cuando los uruguayos éramos libres de salir de nuestras casas y que podíamos retornar sin riesgo. Hoy ese gran valor de vida no lo tenemos, el Frente Amplio nos arrebató la tranquilidad.

Podemos con un nuevo gobierno generar una buena gestión de seguridad y educación, desmantelando esta sociedad fraccionada —entre buenos y malos— que se generó durante años y años de militancia y gobiernos frenteamplistas. Hay que cambiar. Seremos nueva opción de gobierno; dejemos que pase el Frente Amplio a formar parte de nuestros recuerdos tristes y descartables. Hoy estamos generando esta opción desde el sentimiento compartido desde toda la población de que “hay que cambiar”. La causa es común; ergo, si nos mantenemos los colorados juntos, abiertos, firmes, justos, equitativos, muy fieles a nuestros grandes ideales basados en la trayectoria batllista, somos y seremos fuerza.