Correo de los Viernes - Los números de Ancap y el cuento del Tío

Los números de Ancap y el cuento del Tío

Por Jorge Ciasullo

Los números “positivos” de Ancap, anunciados por las autoridades, son para cualquier ciudadano medianamente informado un cuento del tío en su acepción de abusar de la inocencia de sus la población.

El pasado viernes 17 se llevó a cabo una conferencia de prensa encabezada por la Ministro de Industria, Energía y Minería, Carolina Cose, la presidente de Ancap, Marta Jara, y altos funcionarios del ente.

En resumen, se presentó el informe de los estados financieros del primer semestre del año con “un resultado operativo positivo en U$S 102 millones con una ganancia neta de U$S 78 millones” La explicación de esa ganancia, se sustentó en un contexto favorable de variables macroeconómicas. Se tomaron los Ingresos brutos, descontando costos, márgenes de distribución, Imesi y otros. Resulta entonces un ingreso neto a la que a su vez debe quitarse el costo de ventas originando así una ganancia bruta, de la que, restado el costo de administración y costo financiero, resulta el resultado “positivo”.

Luego, se anunciaron algunas medidas administrativas exitosas, como el cumplimiento de la meta de reducción de gastos de publicidad, horas extras y el margen operativo del rubro lubricantes.

También se destacó, que si bien no se ha encontrado petróleo, Uruguay ostenta ahora el récord de que se haya realizado el pozo más profundo del mundo. Sin duda debe ser muy importante este hecho a nivel económico mundial, aunque a nosotros se nos escapa el porqué.

En primer lugar el informe es para nosotros como el caso del niño que en su hogar, cumple con los deberes o tareas que le encargó la maestra, en caso contrario: ¿para qué están allí, ministra, presidenta, gerentes etc.?

En segundo lugar se omite- deliberadamente-la ganancia extra que ha obtenido Ancap, basada en la paramétrica de costo, bajo la cual se establece el precio del combustible al público. Esta paramétrica, vigente desde octubre de 2014, fijó el precio del crudo Brent en U$S 50,2 y el dólar a $ 29,7, si bien el dólar ha tenido alguna oscilación a la baja, el precio del barril ha estado siempre por debajo de los U$S 50. En los hechos, Ancap importó en el período enero julio 8,7 millones de barriles a un precio promedio de U$S 43,9 por barril, lo que resultó en una ganancia de U$S 37,5 millones respecto a la paramétrica. Es decir, lo que se estimó que costaría el barril y el margen de ganancia, como el valor del producto fue menor, de ahí resulta la ganancia extraordinaria.

En definitiva, si hoy se importara el combustible (nafta súper) desde Estados Unido, incluidos intermediación transporte y distribución, el público pagaría $39,9 por litro y se paga 42,50, un 6,4% más.

Aun con el riesgo de aburrir al lector, creemos interesante divulgar otras cifras: a fin del año 2004, la empresa tenía un patrimonio neto del 2,8% del PBI, se redujo a 2% a fin de 2012, luego 1,7% en 2013, en 2014, 1,45% y 2015 1,1%. La deuda financiera pasó de 0,6% del PBI en 2004 al 2,2% del PBI en 2015. En una palabra, Ancap en 2004 daba ganancias y en 2015 resultan pérdidas con un aumento del combustible del 60% en relación a 10 años atrás.

En la reciente exposición rural, el Ministro Danilo Astori, sostuvo ante consultas de prensa y ante los directivos de la Asociación Rural, que las ganancias de Ancap, se trasladarían a los precios de venta de los combustibles, aunque no especificó cuándo. También sostuvo, que era “llamativa la velocidad de mejora en los números del ente petrolero”.

Para nosotros no es llamativa, porque es nada más que el reflejo de una gestión profesional del ente, gestión en la cual tomando decisiones de sana administración, se logra una “llamativa mejora en los números”. Ante una gestión anterior, por decir lo menos, “improvisada” y sin mínimos conocimientos de administración financiera, no ya de una empresa monopólica, que maneja millones de dólares sino de una pequeña empresa. Como ejemplo de ello y como al pasar- hecho que no ha sido comentado- la presidente del ente Marta Jara dijo que se habían encontrado con que en los balances anteriores “no se había previsionado (sic)-palabra inexistente- el costo de mantenimiento de la refinería que debe realizarse cada 5 años.

Esa cita es para nosotros el ejemplo más claro del desconocimiento total de administración, agravado cuando ella se encara como plataforma de lanzamiento de ambiciones políticas (Martínez, Sendic). En términos casi escolares, se llama amortización, a la previsión que debe hacerse por reposición de un bien, sea por el paso del tiempo o por su uso.

Por ejemplo, se le solicita presupuesto a una empresa constructora-pequeña o grande- para realizar determinada obra. En la elaboración del presupuesto debe prevenirse el desgaste de todos los elementos o bienes propios que usará, desde palas hasta la mezcladora, incluyendo, porcentualmente, el costo de reposición. En el caso de Ancap, debe pararse la planta de La Teja para mantenimiento, cada 5 años, el costo que tendrá se deberá entonces prever en los presupuestos del ente como reserva en valores constantes en un 20% anual por 5 años, a partir del mantenimiento anterior, hecho que “no fue previsionado”.

Si como muestra basta un botón, ahí lo tenemos, para qué abundar, en otros dislates, como la compra de un remolcador -empujador (que nunca navegó), fiestas, publicidad, fabricación de perfumes (aunque usted no lo crea), horas extras y contrataciones inexplicables, etc. El resultado está a la vista.

En consecuencia, los anuncios de éxito en la gestión recién iniciada por las nuevas autoridades del ente, por parte del Ministro Astori, de la Ministra Carolina Cose, de la Presidenta de Ancap Marta Jara, sus rostros exultantes y sus festejos, son para la tribuna, en los hechos, luz de gas o un cuento del tío más bien primario.