Correo de los Viernes - La verdad ante todo

La verdad ante todo

Por Jorge Bentos

En Punta del Este, mi ciudad, son más los que trabajan que los que protestan en contra. Las reivindicaciones pueden ser válidas en el fondo, pero no en la forma.

Los sindicatos no son los dirigentes sino los trabajadores; ellos son el verdadero sostén de la tan desdibujada figura del PIT. Los trabajadores somos los que queremos el cambio y formamos la resistencia al embate frenteamplista. Ya sabemos que el PIT le da al FA el “visto bueno” a un TLC con China —por ser amigos de esa ideología comunista— pero le dijo que no al TLC con verdaderas ventajas a EEUU. Perdió el pueblo en su oportunidad, pero ahora —aun ante la miseria de explotación humana del trabajador chino— la gremial sindical lo apoya. No saben aún qué se va traer de bueno para nuestro pueblo al regreso y ver así el resultado real de las gestiones encabezadas por nuestro presidente, pero si la ideología es afín, se aprueba. Increíble pero tristemente cierto. Por eso, sabemos que dependemos de “nosotros mismos” como pronuncio el Jefe de los Orientales.

Mientras el gobierno nacional intenta con el gobierno chino arribar a acuerdos, el gobierno departamental de Maldonado apuesta al mercado de turismo buscando inversores también, pero que no entorpezcan a la industria y mano de obra uruguaya. Maldonado apuesta a lo seguro, la Feria de Turismo en Buenos Aires, para promocionar aún más a nuestro Punta del Este. Ya ha terminado una pequeña gira por las ciudades de Rosario en Argentina y Asunción en Paraguay. Todo es trabajo intenso de bajo perfil, pero que apunta a que Uruguay en su conjunto no vuelva a perder desde esta industria real y valedera.

Todos sabemos que el precio del producto chino es bajo debido, entre otras cosas, a la explotación de sus trabajadores; pero de esto “no se habla”, el PIT está callado, pero apoya a que se boicotee al empresario local en Maldonado.

Cosas de la vida, esto pasa con el gobierno que eligió democráticamente un pueblo del “todos y todas”. Indudablemente y a la luz de los acontecimientos, quizás apliquemos un “pienso y luego voto, porque con mi voto el cambio verdadero es posible”. La quimera del Frente Amplio se quemó.