Correo de los Viernes - La realidad de los Consejos de Salarios

La realidad de los Consejos de Salarios

Con la franqueza que lo caracteriza, Richard Read volvió a dudar de la utilidad de los Consejos de Salarios, al trazar un panorama de la actual ronda de negociaciones. El “70% de los grupos laudó por debajo de la inflación y, por lo tanto, aceptan una rebaja del poder adquisitivo”. Hace unos días había afirmado que “el Consejo de Salarios como distribuidor de la riqueza y como generador de equidad, a esta altura del partido, están en cuestión. Para mí se agotó”.

En un reportaje que le hizo el diario El País el domingo pasado Richard Read reiteró la dura carga crítica contra el gobierno que caracteriza su prédica de los últimos tiempos. Dijo que” en cualquier barrio lo de (el ex presidente de Alur y actual senador) Leonardo de León es estafa”, que no se siente orgulloso del actual gobierno de Tabaré Vázquez –“no, para nada. Siento mucha vergüenza de la fuerza política, tristeza y rabia”– y que las políticas sociales asistencialistas han fracasado rotundamente.

Pero más allá de esas apreciaciones de índole política, hizo una interesante referencia a la utilidad de los Consejos de Salarios, bajando a la realidad la ubicación mítica que el imaginario general del Frente Amplio y del movimiento sindical le otorga a ese instrumento. Los Consejos de Salarios fueron creados por ley del gobierno colorado de 1943, pero desde 2005 el Frente Amplio, con esa motivación fundacional con la que se mueve, promueve un relato según el cual prácticamente ha sido el inventor de la negociación tripartita.

En esta circunstancia, Read hizo un dictamen casi lapidario de la actividad de los Consejos de Salarios, al sostener que desde 2005 hubo muchos avances en el empleo y del salario, pero “luego viene 2010-2015 una meseta donde ya los resultados de los Consejos de Salarios no se estaban dando (...) Este año por ejemplo es el peor momento de las negociaciones colectivas del movimiento sindical. Al día de hoy se laudaron 70% de los grupos, muy pocos lograron estar en el sector dinámico, donde lo que hacen es salvarse de la pérdida del salario real. La inmensa mayoría laudaron por debajo de la inflación y por tanto ya firmaron la rebaja del poder adquisitivo.”

En octubre pasado, Read había interpuesto dudas de fondo sobre la utilidad de los consejos, al sostener que "el Consejo de Salarios como distribuidor de la riqueza, como generador de equidad, a esta altura del partido, está en cuestión. Para mí se agotó".

Si un dirigente de la oposición o un empresario dijera algo por el estilo, sería sometido al inmediato escarnio público por parte de los voceros del Pit-Cnt, pero como lo dice Richard Read, no hubo represalias.

Pero más allá de esa comprobación, lo que está diciendo Read es que, durante el período del crecimiento internacional de la economía, a través del auge de las “commodites” que Uruguay exporta y del intenso crecimiento de la demanda de países como China, el salario subió. Pero no creció por la acción mágica de los Consejos de Salarios, sino como consecuencia de la expansión de la economía. Cuando en torno a 2013 esa tendencia al alza empezó a declinar, declinaron también los aumentos de salarios.

Y la ratificación de esa interpretación la da Read al informar que casi el 70% de los grupos laudaron ahora con ajustes por debajo de la inflación, es decir, con una aceptación de la pérdida del salario. Esta es la verdad irrefutable, que no tiene que ver con el poder de reivindicación y de lucha que tengan los sindicatos, sino con la marcha de la economía. Con el estancamiento que tenemos y con un desempleo creciente y ya muy preocupante, no va a subir el salario por más Consejos de Salarios que haya.