Correo de los Viernes - La producción en jaque

La producción en jaque

A la lista de decenas de empresas que cerraron o disminuyeron abruptamente su personal en 2017, debe agregarse ahora la situación de la agrícola Agroland y de Fumaya. Cunde el escepticismo.

El “costo país” con su exceso de impuestos y de cargas sociales, el atraso cambiario o la competencia internacional han puesto a la industria nacional en una situación límite, con reiterados cierres de empresas o reducciones drásticas de personal.

Esta semana se supo que la empresa Agroland, dedicada a los cultivos oleaginosos y vitivinícolas, ubicada en Maldonado, despidió a 170 de sus trabajadores, invocando falta de rentabilidad. La empresa es propiedad del empresario argentino Alejandro Bulgheroni y había recibido durante el gobierno de Mujica importantes exoneraciones impositivas, pese a lo que no pudo soportar la ecuación de costos. Aunque voceros empresariales sostuvieron que los problemas son zafrales y pasajeros, el intendente de Maldonado, Enrique Antía afirmó que uno de los responsables de la empresa le había informado que “los números no les dan”. Según contó Antía durante una reunión con empresarios de Maldonado, uno de los gerentes de Agroland le comunicó que estaban efectuando una reestructura de funcionamiento y de producción.

"Nos preocupaba saber qué estaba pasando y nos dijeron que era un tema de adecuación interna de la empresa y lo tenemos que respetar", afirmó el jerarca fernandino.

El intendente nacionalista manifestó sentirse "preocupado" porque los despidos abarcaron a distintos tipos de empleados, desde técnicos y administrativos hasta funcionarios de campo y obreros.

A la situación de Agroland debe agregarse la de Fumaya, la tradicional metalúrgica dedicada a la producción de muebles metálicos especialmente dirigidos a oficinas y depósitos. Responsables de la empresa anunciaron que desde ahora cesarán sus actividades de fábrica y se dedicarán sólo a la importación con lo que también encararán un proceso de reducción del personal.

El presidente de la Comisión de Relaciones Socio-Laborales de la Cámara de Industrias (CIU), Andrés Fostik, dijo que "no pudieron con el costo país y lo que es el comercio exterior en algunos sectores de la industria". El de Fumaya, agregó el dirigente gremial, es un caso más de los "muchos" emprendimientos que, para seguir "subsistiendo" apelan a la reconversión. Para estas empresas la llave para "mantenerse vivas" es producir "cada vez menos" en suelo nacional y, en cambio, apelar a la compra de bienes terminados en el exterior.

"Cuanto más se hace en el país, menos chance de competir en el mercado se tiene", dijo Fostik. Además, añadió que este fenómeno se agudizará de ahora en más, fruto de la llegada desde fuera de fronteras de una oferta con precios "totalmente disímiles" a los nacionales, que tienen costos de producción "altos" y productividad "muy baja".

La lista de empresas cerradas en los últimos meses es lamentablemente muy larga. La “lista negra” incluye a La Spezia, el Molino Florida, Foto Martín, el cambio Nelson, Bricolage, Fanapel y el Molino Dolores, entre otras más pequeñas. A su vez, los tambos atraviesan una situación crítica, marcado por el rezado cambiario y la baja del precio internacional.