Correo de los Viernes - La falacia como metodología electoral

La falacia como metodología electoral

Por Adolfo Castells Mendívil

Parecería claro que el Dr. Tabaré Vázquez no tiene ningún inconveniente en recurrir al engaño en su campaña electoral. Empezó así—se recordará— la carrera para su segunda presidencia, cuando después de las declaraciones sobre la hipótesis de guerra en el conflicto con la Argentina, por las plantas de celulosa y la solicitud hecha a los EE.UU., aseguró el 13 de octubre de 2011:

“De cualquier manera, y muy lejos de mis intenciones, las mismas pueden dañar esas relaciones, al proyecto político de la izquierda uruguaya, y al propio Frente Amplio. Por todo ello presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública”.

Ya candidato, días pasados, habiéndose olvidado (él, los frentistas y la gran mayoría del periodismo) que su “retiro” fue una farsa, expresó, respecto de las últimas pesquisas de opinión:

"Estuve revisando las encuestas de 2004, 2009 y las de ahora (…) Y si le sacáramos la fecha, el mismo título del 2004 y 2009 es en el 2014. Y Uds. vayan por Internet a ver si miento o estoy diciendo la verdad”.

Obediente y curioso, fui y es falso. Ninguna encuesta de este mismo período del 2004 o 2009 entreveía la más mínima posibilidad de derrota del FA. Ya anteriormente había ironizado, desafiante: "¿Quién de ustedes fue encuestado alguna vez?". Y al no tener respuesta, se rió a carcajadas, festejando su astucia.

La mala fe es patente: en aprox. 2.500.000 ciudadanos habilitados para votar, siendo el universo de las encuestas alrededor de 1.000 respuestas, hay una posibilidad en 2.500 de encontrarse con algún encuestado y seguramente los que rodeaban al candidato frenteamplista eran bastantes menos.

Y el Presidente Mujica, ni corto ni perezoso, en su particular léxico, se anotó también en la crítica a los sondeos de opinión:

“Ustedes se olvidan lo que decían cuando yo era candidato a Presidente” (…) “El sordo me mató, me fusiló” (en referencia al director de CIFRA, Luis Eduardo González). “Si hubiera sido por los predicadores marchaba al espiedo, me desmoralizaba”. Lo cual es tan falso como lo anterior: nunca siendo ya candidato del FA, CIFRA dio perdedor a Mujica.

Y hay veces que la mentira se mezcla con cinismo, cuando los gobernantes pretenden tratarnos a todos como ignorantes. Por ejemplo, el mismo Mujica dijo:

“Me sorprendió el déficit de esta empresa estatal, (ANCAP) yo pensé que iba a ser mucho más grande, porque lo que invirtió en dos fábricas nuevas de cemento, en ALUR y en la refinación, es una locura".

Las inversiones no provocan déficit porque integran el activo. Si se invierten —por ejemplo— 10 millones en una planta y se contrata un préstamo para ello, esa planta es un bien que figura en el activo por valor de 10 millones y en el pasivo esos 10 millones también se plasman como deudas u obligaciones a pagar.

La diferencia que puede haber es la de los gastos de financiación que son sólo pasivo, pero que difícilmente puedan llegar a 169 millones de dólares, que es a lo que asciende el déficit de ANCAP.

Por otro lado, si la intención no es mentir, ¿por qué no aprobar una Comisión Investigadora? Práctica que el Frente Amplio llevó a cabo con denuedo cuando era oposición, que ha impedido sistemáticamente en el gobierno y que seguramente volverá a ella después de marzo de 2015.

Otra mentira que se nos quiere hacer tragar es la urgencia en aprobar el nuevo Código Penal, porque el nuestro es obsoleto y data de 1934. Es verdad, que el Código está anticuado, pero esa urgencia es solamente porque el FA quiere derogar el delito de abuso innominado de funciones.

Es muy curioso, porque hay muchas opiniones a favor de derogarlo o modificarlo, pero el Frente SIEMPRE —hasta ahora— estuvo en contra de ello ¿Qué cambió? Pues los procesamientos de Calloia y Lorenzo para quienes el “progresismo” busca una declaración de inocencia y completa reivindicación jurídica y moral de los dos procesados. Y, quizás, hasta favorecerlos con un juicio pecuniario contra el Estado.

Sin entrar en el fondo del asunto —no soy especialista en la materia— me parece que derogar o cambiar el abuso innominado de funciones en estos momentos, es una aberración que ojalá el FA la lleve a cabo (tienen la mayoría autómata), porque será otro motivo más para que sigan perdiendo apoyo popular, por tan vergonzoso procedimiento, con nombres y apellidos.

Y esas falsedades no son las únicas en la campaña frentista. La Universidad de la República a la cual no se le puede atribuir simpatías a la derecha (más bien lo contrario) en materia de pobreza infantil duplica los índices que generan las publicitadas estadísticas oficiales que lanza el FA a los cuatro vientos.

El gobierno miente sin pudor cuando afirma que las relaciones con Argentina y con Israel, están —ambas— en su mejor momento. Falsea los índices de delincuencia juvenil y de mayores, maquilla la inflación, alude al blindaje que producen las reservas, pero omite mencionar el cada vez más voluminoso endeudamiento externo, como ya lo habíamos consignado en Correo.

La última encuesta de FACTUM le da a Vázquez, en un posible balotaje, 9 puntos menos que en febrero, mientras que a Lacalle Pou y a Bordaberry les otorga 14 y 9 puntos más, respectivamente.

Otto von Bismark (1815-1898), el reconocido fundador del Estado alemán moderno, apodado el “Canciller de Hierro”, que no se caracterizaba por su sentido del humor, no obstante lo cual tuvo la ocurrencia de sentenciar: “Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.

Y en materia de elecciones, el Frente Amplio es bismarkista y cada vez lo va a ser más, si la tendencia de las encuestas sigue.