Así como ocurrió durante la primera presidencia de Vázquez con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, las negociaciones en torno al TISA van rumbo a convertirse en un gran problema interno para la coalición oficialista. En aquella oportunidad, como se recordará, el Presidente no pudo imponer su criterio, siendo vencida su posición por el ex canciller Gargano y los grupos del Pit-Cnt. Uruguay “perdió el tren” y las negociaciones quedaron estancadas.

Ahora puede pasar lo mismo. El ex Presidente Mujica dispuso, a fines de su mandato, que Uruguay participara de las deliberaciones previas, ya que el TISA no es aún un Tratado, sino un proceso de negociaciones comerciales en el que los países pueden proponer o descartar grupos de servicios que se incluirían en el documento final. Se trata de un acercamiento que hasta ahora integran 24 naciones, incluida la Unión Europea, Australia, Canadá y EEUU. De la región están Paraguay, Perú, Colombia y Chile. El acuerdo alcanzaría a una población de 1.600 millones y representa a las dos terceras partes del comercio mundial de servicios.

Legisladores del propio MPP han indicado su contradicción con las conversaciones, sin atender al hecho de que fue el propio Mujica quien las inició. También se opone la central obrera y un conjunto de economistas e intelectuales del Frente Amplio expresaron su posición también contraria. Y ahora se suma el sector de Sendic, por lo que es en el propio seno del Poder Ejecutivo que se dan las contradicciones.

La lista 711 expresó su frontal rechazo a la incorporación de Uruguay al acuerdo dado que considera que no aporta beneficios y puede tener efectos negativos en la relación de Uruguay con sus principales socios comerciales.

En un escrito que será dado a conocer en las próximas horas, el grupo Compromiso Frenteamplista marca oficialmente distancia con la postura que en este asunto impulsa el astorismo desde el Ministerio de Economía y el Canciller Nin Novoa.

En el sentido contrario, el senador de la lista 711, Leonardo De León, dijo que se dará batalla dentro del Frente Amplio para que esa iniciativa no prospere.

"Hemos analizado la información disponible divulgada por el Ministerio de Economía y algunos informes internacionales y hemos escuchado la opinión de referentes de la izquierda de nuestro país. Y hemos considerado que hay que salir de estas negociaciones de las que no participan nuestros principales socios comerciales", dijo De León.

"No creemos que la participación en este tratado tenga beneficios. No podemos no mirar lo que están haciendo nuestros socios comerciales. Qué está haciendo Brasil o Argentina. Hoy con Venezuela estamos en una situación compleja, pero hasta no hace un año era un comprador importante. Al punto que hoy la industria lechera es "Venezueladependiente". Y si esa solución se normaliza buena parte de los problemas del sector se solucionarán", agregó el parlamentario.

De León sostuvo que en los últimos años Uruguay "ha diversificado muchísimo sus exportaciones", y señaló que eso "no se ha dado a través de tratados puntuales sino de una política internacional que ha permitido la apertura”.

Desde Correo de los Viernes no vamos a ingresar en esa polémica interna del oficialismo, pero sí decimos que es muy irresponsable que la coalición gobernante no tenga claridad y coherencia en su asunto clave de la inserción internacional del país. Ya hemos sufrido mucho con las contradicciones internas que desdibujaron la política internacional en los dos últimos lustros y significaría un gran retroceso que el país siga con sus vacilaciones.

Lo menos que puede reclamarse al gobierno es una actitud firme, coherente y perseverante en los grandes temas estratégicos y eso es lo que lamentablemente, parece no poder concretarse.