Hay que cuidar los ríos y exigir cooperación de Brasil

El control ambiental de ríos, lagunas y embalses que lleve adelante Uruguay será insuficiente hasta que Brasil tome medidas similares.

El acuerdo entre el gobierno y UPM para la instalación de la fábrica de celulosa en Durazno ha significado la reiteración de la polémica ambientalista, creciendo la preocupación por los efectos del exceso de fósforo y de otros nutrientes orgánicos o químicos que pueden dañar la calidad de las aguas.

La evidencia de que nuestros ríos y arroyos ya están contaminados ha sido explicada por varios expertos que señalan que la eutrofización –expansión de las cianobacterias que aniquilan el oxígeno del agua y la hacen tóxica– se verifica en varios ríos, arroyos y embalses. A ello hay que agregar la evidencia de que tanto el río Uruguay como el Negro ya vienen contaminados de Brasil, por lo que es imprescindible forjar un acuerdo con ese país para establecer controles exigentes. Ya hubo negociaciones en ese sentido, pero no se pudieron obtener logros concretos y precisos.

El Río Negro estuvo en buenas condiciones hasta 2007, pero luego de esa fecha empezó a contener cantidades de fósforo por encima de lo admitido. El fósforo es utilizado como fertilizante para la agricultura y luego es arrastrado por la lluvia hasta los cauces y es el principal causante de la eutrofización.

En los últimos años se han registrado varias denuncias de mortandad de ganado tras haber bebido en las costas del Río Negro, lo que confirmaría la toxicidad de las aguas. La situación de los embalses de Baygorria y de Rincón del Bonete es peor que en el resto del río, ya que hay mayor concentración de cianobacterias, factor que ha llevado a grupos ambientalistas a criticar la reciente ley de riego, la que precisamente promueve la construcción de embalses para crear reservas de aguas que aseguren condiciones permanentes de riego.

La misma situación de contaminación se registra lamentablemente en el río Santa Lucía y en la Laguna del Sauce, lo que provoca los episodios de aparición de agua turbia en las canillas de los hogares.

Si se concreta la inversión de UPM para la instalación de su segunda planta, la empresa se compromete a colaborar con el gobierno uruguayo en el desarrollo de políticas de recuperación de los cauces de agua a través de apoyos financieros y tecnológicos. Cabe recordar que UPM participa activamente en el plan para la recuperación del Mar Báltico, un mega proyecto impulsado por los gobiernos de los países nórdicos con Alemania y Rusia.



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