El exdirector de la OPP, Álvaro García, quiso aprovechar su participación en un programa de televisión para injuriar al gobierno, pero se vio sorprendido por un panel de periodistas que dejaron al descubierto sus mentiras y por la llamada en vivo de su sucesor en la OPP, Isaac Alfie, que lo puso en su lugar. Como dice el dicho, "fue por lana y volvió esquilado".

Durante la emisión pasada del programa Polémica en el Bar de Canal 10, se discutió, entre otros asuntos de la coyuntura política nacional, la futura interpelación a la Ministro de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, a raíz de la exoneración tributaria -dispuesta por ley- otorgada a la empresa del actual Director de la OPP, Isaac Alfie.

Casualmente, el predecesor de Alfie, el frenteamplista Álvaro García, era uno de los invitados especiales del programa televisivo. Para asombro de propios y ajenos, García se apresuró a defender la interpelación propuesta por el radicalizado Partido Socialista, del que el propio exjerarca se alejó tras el triunfo interno de los "ortodoxos".

Según manifestó el dirigente frenteamplista, es importante que "se aclare todo", principalmente la reciente "caracterización de confidencialidad" -sobre el expediente- que dispuso el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Lo que no dijo García, y fue recordado rápidamente por la periodista Patricia Madrid, es que el MEF ya explicó que denegó la solicitud -de datos sobre el expediente- que hizo el Frente Amplio, ya que, debido a una resolución ministerial del 21 de mayo de 2013, esa clase de información es "confidencial".

En efecto, durante el gobierno de Mujica, el MEF declaró confidencial, al amparo de la ley de acceso a la información pública (18.381), "las solicitudes de promoción y los proyectos de inversión presentados al amparo de la Ley 16.906" -a la que se acogió Alfie al solicitar la exoneración para su empresa.

En lugar de reconocer su error, García aprovechó la mención a la ley de inversiones para asegurar que la misma "fue impulsada fuertemente en 2005-2006" como una herramienta que "llevó a un incremento importante de las inversiones en Uruguay".

Esta vez, las mentiras del dirigente frenteamplista fueron rebatidas por otro de los panelistas del programa, Conrado Hughes, que le recordó que la ley de inversiones no fue impulsada por el primer gobierno del Frente Amplio, como aseguró García, sino por el segundo gobierno del Dr. Sanguinetti. En la misma línea, Hughes aclaró que en ese entonces el Frente Amplio no sólo no votó dicha ley en el Parlamento, sino que le interpuso un recurso de referéndum como hace actualmente con la LUC.

Sin saber qué responder, García evadió el tema asegurando que, si él fuera legislador, además de la exoneración a Alfie, "le preguntaría otras cosas a la ministra (sic)". Según él, Arbeleche debería explicar por qué hay "una disminución importante de los recursos disponibles" para combatir la pandemia este año. De acuerdo a las cifras que manejó García, a los 900 millones anunciados para este año hay que restarle 420 millones por concepto de "compra de vacunas".

Una vez más, otro de los periodistas, en este caso Nicolás Lussich, le advirtió a García que la compra de vacunas totalizaba 120 millones y no 420. De todas maneras, García insistió en "sus cifras", lo que motivó la llamada en vivo del titular de la OPP, Alfie, para aclarar las mentiras del frenteamplista.

Alfie se mostró molesto por la cantidad de mentiras y especulaciones que había generado una solicitud que, además de estar amparada por ley, fue realizada en 2019, cuando ni siquiera se habían celebrado las elecciones nacionales y él estaba dedicado exclusivamente a la actividad privada. De todas maneras, el jerarca aseguró que "puede explicar todo" y "no tiene nada que ocultar".

Respecto a las cifras de García sobre el gasto en vacunas, Alfie ironizó con que se "estaban pesando las pérdidas de Pluna o algo por el estilo", dado que el monto reservado para la compra de las mismas es de 120 millones y no de 400. "No es un ´si pasa, pasa´", espetó Alfie.

Para finalizar, el jerarca recordó que hizo una inversión en la remodelación de su estudio y pidió la exoneración tributaria dispuesta en la ley. No hubo ningún privilegio, ninguna excepción, simplemente lo que dispone la norma para todo el mundo. No obstante, ante un ataque político, aclaró Alfie, se dio una respuesta política, renunciando a la exoneración que le corresponde por ley.

En definitiva, García fue por lana y volvió esquilado.