Correo de los Viernes - ¿En dónde estamos parados?

¿En dónde estamos parados?

Por Matías Duque

Sería un grave error no reconocer que actualmente el Partido Colorado está atravesando uno de los momentos más difíciles de su historia; pero sería más grave aún decir que el Partido Colorado está llegando a su ocaso.

Sería un error imperdonable afirmar que el Partido que ha construido a este país podría desaparecer; cuando fueron los fundadores de este Partido, como Rivera, quienes nos liberaron y forjaron la independencia de esta República.

No, el Partido Colorado no está atravesando ninguna crisis existencial y no lo hará en la medida que los ideales y los principios batllistas estén aún latentes en el espíritu de todos y cada uno de los uruguayos. Porque toda aquella persona que apoye la libertad, la democracia y la justicia social, estará apoyando las grandes causas históricas del Batllismo.

El Batllismo es dar igualdad de oportunidades, es dar las herramientas para que cada uno tenga la digna libertad de ser el propio arquitecto de su destino.

Como si fuera poco lo que ha hecho este partido por Uruguay, cuando este país fue, gracias al Partido Colorado, referente a nivel internacional garantizando educación primaria, secundaria y terciaria totalmente gratuita desde el momento en el que Baltasar Brum derogó los decretos que hasta la fecha hacían que los exámenes de la educación pública fueran pagos. Fue el Partido Colorado el que desde siempre se preocupó y se ocupó de la educación, y fue por esa razón que no se detuvo en la gratuidad de la enseñanza, sino que fundó los centros Caif, las escuelas de tiempo completo, los institutos CERP en todo el país para profesionalizar la docencia y democratizar geográficamente esa profesionalización, los bachilleratos tecnológicos, que, con indudable éxito, rescataron a la vieja UTU de la (injusta) condición de "hermana menor" del nivel secundario, y aprobó, en el primer gobierno de Sanguinetti, la existencia de las universidades privadas existiendo así una competencia en la calidad educativa.

No nos dejemos engañar: el crecimiento económico que hemos tenido en una gran medida se lo debemos al Partido Colorado. Fue el último gobierno colorado el que sentó definitivamente las bases, luego de la terrible crisis de 2002, para que el país estuviera en condiciones de recibir los beneficios que los flujos de capitales y la demanda agregada asiática llevaron a las economías emergentes productoras de materias primas. Y si vamos más atrás, fue en el primer gobierno de Sanguinetti que se aprobó la ley de forestación que, veinte años después, permitió una profunda transformación de la matriz productiva del país y hoy estemos orgullosos del aporte que a la economía del país ha llevado a cabo la comercialización internacional de los derivados de la forestación y las inversiones para que ello sea posible.

Yo me pongo la camiseta del Partido Colorado, para que todos los uruguayos puedan, a través del Batllismo, buscar el verdadero progreso social hacia arriba, y no hacia abajo como lo han hecho los incompetentes y fracasados gobiernos populistas de América Latina. Éstos sí han llegado a su ocaso.