Correo de los Viernes - Emotivo y unánime reconocimiento

Emotivo y unánime reconocimiento

Con la presencia de líderes de todos los partidos políticos se realizó un homenaje a Alejandro Atchugarry

El salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo fue colmado por una multitud convocada por el Comité Ejecutivo del Partido Colorado para rendir homenaje a Alejandro Atchugarry, al haberse cumplido en febrero pasado el primer año de su fallecimiento.

Asistieron además de los líderes colorados, el ex Presidente José Mujica, senadores y diputados de todas las colectividades y el Arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla. El presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, envió una nota de adhesión.

Se trasmitió un video que resumió varias intervenciones televisivas de Atchugarry, en las que el ex legislador y Ministro ponía énfasis en sus concepciones acerca de la libertad: “la libertad está arriba de todo, es lo que asegura que haya república, que haya democracia... decía el entrevistado con su tono amable y su expresión apacible.

El hijo de Atchugarry, Gastón, 35 años, fue el primer orador de la noche. Si bien tenía unas anotaciones, recurrió a ellas en pocas oportunidades y se manejó seguro –conteniendo su emoción y su inexperiencia– al hilvanar la semblanza de su padre. Destacó algunos de los rasgos de su personalidad, su austeridad republicana, su vocación de servicio y el espíritu de abnegación con que encaró el Ministerio, previo a cuya asunción consultó a su familia pero haciendo notar que “era su deber” aceptar la responsabilidad.

Quien acompañó a Atchugarry como subsecretario, el Cr. Max Sapolinski, indicó que la conducta y las acciones de Atchugarry han quedado indisolublemente ligadas a la mejor historia de nuestro país y a los duros momentos en que le tocó ser protagonista de primera línea. Por ello, celebró el título que los organizadores han establecido para el evento: “El Uruguay de Atchugarry”. Lo mejor de nuestra esencia nacional queda caracterizado por su persona y su memoria, dijo Sapolinski. Alejandro Atchugarry fue para todo aquel que lo conoció, el hombre afable, conciliador, experiente, dialoguista por esencia, sensible a las necesidades del prójimo y – culminó Sapolinski - se constituyó en el profeta de la esperanza para toda la población. Pasó a constituirse en el padre, el hermano, el hijo que todo uruguayo deseaba tener.

El ex Vicepresidente Luis Hierro López indicó que Atchugarry significó una reivindicación de la política como generosa tarea social que permite administrar los disensos y los conflictos y ubicar el rumbo nacional. Sostuvo que el recuerdo de Atchugarry obliga a los colorados a procurar acuerdos para encarar los grandes temas del país y a “soñar y pensar en grande”. El ex Ministro demostró con su actuación que siempre estaba predispuesto a lograr acuerdos parlamentarios o políticos que significaron avances concretos en la vida del país. Contribuyó enormemente a la salida de la crisis al obtener primero la confianza de todos los partidos y luego la esperanza de la gente. Hierro indicó que hoy es imprescindible para el destino del país que haya acuerdos nacionales en torno a la inserción internacional del país, la reforma de la enseñanza y la reestructura del Estado. También indicó que la memoria de Atchugarry inspira la construcción de una sociedad que cuide de los más débiles pero que estimule a los más esforzados y trabajadores, de manera que se consagre en los hechos cotidianos la máxima constitucional de que solo haya diferencias a partir del talento y las virtudes.

El ex Vicepresidente remató sus expresiones afirmando que el homenaje a Atchugarry significa el compromiso de luchar por más y mejor democracia, libertad y república.

Por su parte, el ex Presidente Sanguinetti comenzó sus palabras con un saludo a toda la familia Atchugarry presente, recordando que su amistad con ellos venía desde el padre de Alejandro. Agradeció luego la presencia de su colega Mujica, del Senador Larrañaga, del ex Vicepresidente Dr. Aguirre y del Cardenal Daniel Sturla. “Ella le da, dijo, a este acto organizado por el Partido Colorado, la dimensión nacional propia a una figura como Alejandro Atchugarry, que ya ha trascendido fronteras partidarias”. Leyó luego la carta que le había enviado el Presidente de la República Dr. Vázquez, adhiriéndose al acto y reconociendo los valores del homenajeado.

Posteriormente describió el significado de la democracia uruguaya, inscripta en los principios de la libertad, igualdad y fraternidad que inspiraron la generosa filosofía liberal. Ella hoy está asediada por corrientes materialistas, que desde la izquierda desprecian libertades y desde la derecha reducen ese modo de pensar y de vivir a una política económica estrecha. “Evoco todos estos valores –dijo- porque Alejandro Atchugarry es un exponente mayor de ellos, de lo que significa el servicio público a la libertad, del sentido misional de la política”. Exaltó la significación de Atchugarry como legislador, más que como diputado o Senador, un real hacedor de leyes, siempre pronto para perfeccionar y hacer más técnica cualquier redacción de normas, cualquiera fuera el proponente. También su labor en Obras Públicas y su acción en los tiempos de tormenta de la crisis de 2002. Fue un momento tremendo del país, de aquellos en que, como decía De Gaulle, solo le corresponde como respuesta “la grandeza”. Y esa fue la respuesta de aquel gobierno, al que Alejandro le aportó su oficio político y el respeto generalizado que le permitía transitar, con credibilidad, entre todas las bancadas parlamentarias, explicando los actos del gobierno. Por encima de todo, además, un rostro creíble ante la ciudadanía, que sabía que era verdad lo que en cada momento venía haciéndose para salvar al país de la quiebra, como efectivamente se salvó.