Correo de los Viernes - El mal uso de los dineros públicos

El mal uso de los dineros públicos

Por Jorge Ciasullo

Se ha hecho costumbre en el gobierno, considerar el “dinero público” como si fuera del estado. En realidad el estado no tiene dinero que sea estrictamente suyo, su función es administrar el de los contribuyentes.

El pasado viernes 12 en un evento realizado en la Rural, en el que participaron todos los presidenciables, el candidato del Partido Independiente Pablo Mieres, propuso prohibir la publicidad de las empresas públicas : “Los jerarcas las usan para hacer carrera política y por eso se hacen autobombo con la publicidad”.

Para evitarlo, sostuvo, las empresas públicas deberían estar inhabilitadas de hacer publicidad en los seis meses previos a la elección nacional.

Como consecuencia de esa propuesta, se divulgaron por distintos medios las sumas que estaban destinando los entes públicos a publicidad.

El monto en dólares fue de casi 40 millones. Que se distribuyen: TV 30,9 Millones, Radio 5,5 medios escritos 3,5

Como se observa en el cuadro anterior, más del 50% del gasto corresponde a ANTEL, UTE y ANCAP entes públicos – MONOPOLICOS- Se puede comprender que, por todos los medios posibles, en el caso de ANTEL, por ejemplo, se divulgue el agregado de un dígito a los números correspondientes a teléfonos fijos. No ha sido el caso en los últimos tiempos, donde, notoriamente, la publicidad del ente ha sido dirigida a promover la figura de su presidente, Carolina Cosse

Al cuadro anterior debe sumarse además la publicidad en: medios del interior, vía pública de todo el país, cartelería en espectáculos, patrocinando deportistas, portales de internet, etc.

El Presidente Mujica, seguramente alertado por la reacción negativa que esta situación despertaba en la ciudadanía, “sugirió” limitar la publicidad oficial.

Probablemente, esa sugerencia tenga un bienvenido efecto, Si bien pensamos que limitado , en el mejor de los casos hacia el futuro, porque ¿ cómo se puede” limitar” un contrato firmado y en ejecución?

Por ejemplo: El BROU contrató con la Agencia de publicidad DENA S.A: (Ímpetu) por dos años, renovables automáticamente por períodos de un año, en hasta 4 oportunidades, por la suma de $ 112 millones, para “brindar servicios integrados de comunicación” (la decodificación de la frase queda a la buena voluntad del lector).

La solución, sin conocer el texto del mismo, sería su denuncia o no cumplimiento de lo pactado (renovación y pago) con las consecuencias que ello aparejaría.

Un buen ejemplo de innecesaria publicidad es el de UTE, ente monopólico por excelencia. Sin embargo el Presidente del organismo, señor Gonzalo Casaravilla, sostuvo que la publicidad del ente es necesaria ya que “compite” con otros generadores de energía eléctrica”. Como se sabe, puede haber otros generadores de energía eléctrica privados, molinos, fotovoltaica, biomasa, etc., pero sólo y únicamente pueden vendérsela a UTE. ¿Dónde está la competencia?

UDELAR
Como si todo lo anterior fuera poco, como demostrativo de una administración de dineros públicos alegre, que se sabe sin consecuencias, con manifiestos fines políticos, se suma ahora la Universidad de la República.

En efecto, en Radio El Espectador, en el programa En Perspectiva el día 22 pasado, se debatió sobre la reforma constitucional a plebiscitarse con las elecciones nacionales, relacionado con la baja de la edad de imputabilidad. En esa oportunidad, el Señor Felipe Schipani integrante y vocero de la ”Comisión para Vivir en Paz”, denunció que la Universidad de la República “está financiando económicamente a la Comisión No a la Baja. Fundamentó su afirmación, en que la sección compras de la Facultad de Psicología, solicitó presupuesto a una empresa para la confección de cartelería en apoyo a la campaña NO a la Baja.

La Señora Fabiana Goyeneche, vocero de la UDELAR, reconoció en ese programa, la “existencia del cogobierno y la naturaleza de la UDELAR que toma partido, como ya lo ha hecho en otros temas”

La justificación y convencimiento de la representante de la UDELAR, nos ubica correctamente en la triste realidad que vivimos. Es inadmisible que , con el dinero de todos los uruguayos, la Universidad o cualquier ente público financie una posición, sea a favor o en contra. Es una decisión que deben tomar los ciudadanos, que no solo merecen que se administren correctamente los dineros públicos, sino, fundamentalmente, que se les respete como tales.