El doble estándar frenteamplista

Primero fue la muchachada de IR, a través de la Diputada Macarena Gelman, los que largaron la iniciativa de impedir que las donaciones a la universidades privadas pudieran ser deducidas por las empresas del IRAE, todo por razones estrictamente ideológicas, como se aclaró. En el marco de los fraternales tires y aflojes dentro de la bancada oficialista por la Rendición de Cuentas, todos terminaron llevándosela —especialmente el vapuleado FLS— y lo incorporaron al proyecto de rendición.

El Ministro Astori y el Subsecretario Ferreri rechazaron la idea y podría suponerse que en el Senado la iniciativa naufragaría. Pero ya salió el Senador Ernesto Agazzi a redoblar la apuesta: “No solo a las universidades privadas, sino también a los colegios, las escuelas y toda institución privada”. ¡Vade retro, Satanás privado!

Cuesta entender el universo ideológico oficialista. Pocas semanas antes de que se desatara el impulso de brutal ferocidad contra “los chetos” de las universidades privadas, el gobierno —con bombos y platillos— anunció la inversión de UPM en una tercera planta de celulosa a un costo de U$S 3.000 millones, para lo cual el Estado incurriría no sólo en otra “renuncia fiscal” vía una zona franca (como con las dos plantas anteriores) sino, encima, se compromete a desembolsar U$S 1.000 millones (que no tiene) en infraestructura vial y portuaria. Semejante beneficio a una poderosa multinacional no hiere mayores sensibilidades en nuestra izquierda popular, revolucionaria y antimperialista.

Pero no sólo la nueva planta de UPM deja impertérritos a nuestros guevarianos de peluche. Resulta que desde 2007 nuestro Estado —todos nosotros— subsidia la producción de cerveza, que como todos sabemos está en manos de una multinacional en régimen de cuasi-monopolio no sólo en Uruguay sino en toda la región (queda “compitiendo” con el gigante el emprendedor pero pequeño mercado de las cervezas artesanales). Esta singular situación tampoco los conmueve.

Ni qué hablar del hecho que —al menos hasta ahora— la venta de marihuana será objeto de otra “renuncia fiscal” porque, a la inversa de lo que ocurre con el tabaco, su venta no pagará impuesto alguno.

En cambio, sí los conmueven unas deducciones fiscalmente insignificantes, a la vez que no tienen en cuenta los millones que se “ahorra” el Estado (“ahorra” utilizando la misma lógica que lleva a hablar de “renuncia fiscal”) por los alumnos que, en todos los niveles de la enseñanza, atiende el sector privado, que supera con creces cualquier “renuncia” de impuestos.

Es como hacer la revolución contra los kioskeros mientras se entiende con las multinacionales. Bueno, sí, más o menos lo mismo que hace el castrismo en Cuba.



Aunque la vistan de seda, la mona, mona queda...
El Batllismo es Colorado
Julio María Sanguinetti
La educación en malas manos
Israel e Irán
Manipulación histórica
Mal presagio
Disco rayado...
El ABC de los populistas
Uso indebido del batllismo
La UAM no termina por superar las dificultades de gestación y parto...
Tomás Laguna
Intransferible
Consuelo Pérez
Proyecto de Ley de Paridad
Jorge Ciasullo
La "Entente Cordiale" de abril de 1904
Daniel Torena
Bienvenidos al populismo de derecha
El metaverso del autoritarismo latinoamericano
Sus erecciones, nuestras palizas
Amnesia e impunidad: la dictadura cubana tiene experiencia en violentar embajadas y asesinar civiles que buscan asilo
Frases Célebres 986
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2021 Correo de los Viernes. Publicación de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.