El despecho frentista
El Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) fue de los primeros en exhibir su indignación. “Lamentamos profundamente el triunfo de Macri y el avance del neoliberalismo que él representa”, señaló un comunicado que fue publicado en la página de Facebook de ese partido. “Confiamos en que el pueblo argentino encontrará los caminos para defender sus conquistas e intereses”, añade el comunicado, entre otros conceptos.
“Tristeza por la elección en Argentina”, expresó Constanza Moreira desde su cuenta de Twitter. “Valió el esfuerzo. Casi empate”, agregó a modo de consuelo. De paso (ver imagen), copió a las cuentas de Twitter de la Presidente Fernández y de Daniel Scioli, como para que estén enterados de cuán compungida está.
También desde su cuenta de Twitter, la defensora de “los colibríes” y actual directora de la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche, hizo público su desazón. “Comienzo de semana con preocupación por la región. Hoy más q nunca con hermanos argentinos, para q la conquista de derechos no retroceda”, escribió (con un inexplicable ahorro de “ques”).
“Desde el punto de vista de un socialista como yo, la victoria de Macri no es buena, porque es la reinserción en los procesos neoliberales, que triste recuerdo nos traen a todos los latinoamericanos”, lloriqueó el diputado socialista Roberto Chiazzaro ante el portal de noticias ruso “Sputnik”. El socialista agregó que “las prácticas neoliberales (...) trajeron grandes pérdidas para la población en general, como consecuencia de la apertura de mercado, la liberalización de ingreso y egreso de capitales y la privatización de empresas públicas. Hoy el neoliberalismo trabaja con otras estrategias, pero es la restauración de esos sistemas que atentan contra la integración regional y van en dirección hacia el apoyo a los mega acuerdos internacionales, que no considero buenos para la región”, demostrando de paso que no entiende nada ni de la economía ni del mundo ni de la realidad regional, donde Argentina no ha hecho otra cosa que perjudicar a Argentina.
La reacción de Mujica no la comentamos porque es objeto del editorial.
Lo interesante de buena parte de las reacciones de despecho frenteamplistas es la lógica desde la que se formulan: el pueblo no es el que votó sino el que perdió. Sólo desde ese ángulo es posible manifestar algo así como solidaridad y acompañar al “pueblo argentino” ante una tragedia cívica. No es otra cosa, en lo conceptual, que lo que viene repitiendo el impresentable de Maduro: si la oposición triunfa, el pueblo en la calle sabrá defender la revolución. O sea, el que vota y los derrota, no es “pueblo”. Todo lo cual no hace sino poner en evidencia —una vez más— en el Frente Amplio hay amplísimos sectores que siguen teniendo un problema con la democracia, a la que usan como una atajo táctico pero no la digieren.
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