El corporativismo fascista

Más por la vía de los hechos que por el discurso —al que se lo tuerce para que encaje en el nuevo paradigma— el Frente Amplio está abandonando la clásica inspiración socialista de matriz marxista, reemplazándola por el rancio peronismo de corte mussoliniano.
 
El estallido de la estructura de corrupción en ASSE no es un hecho nuevo ni sorprendente porque desde hace tiempo que era público el asunto y una estólida e inexcusable negativa a investigar permitió que llegara hasta donde lo hizo.
 
En el caso del préstamo de vivienda que administra el SUNCA — que increíblemente aún administra— la situación es peor todavía: las cifras son gigantescas y se trata del manejo corporativo de un fondo del Estado que sólo el Estado debería administrar desde el Banco Hipotecario.
 
Estos dos ejemplos son demostrativos de la forma en que el Estado, paso a paso, se ha ido deslizando hacia el corporativismo propio de las ideas del fascismo italiano de los años 30, que tuvieron una influencia importante en Occidente, en tiempos en que ese pensamiento autoritario inspiraba a sectores de izquierda y en ocasiones a quienes, sin serlo, estaban atraídos por la posibilidad de proteger sus intereses desde el ámbito público. En nuestro país, por ejemplo, la ley de creación del Consejo Nacional Secundaria, de 1935, con la firma de los Dres. Gabriel Terra y Martín Echegoyen, estableció que el órgano directriz se integraban con tres miembros elegidos por los profesores y tres delegados de otros organismos: uno del Consejo de Primaria, otro de la Universidad de la República y otro de la UTU. Todos ellos designaban, por mayoría absoluta, el Director General. Es natural que hubiera un peso infinitamente mayor de los que venían arropados en la votación profesoral, que tenían comités permanentes funcionando para presentarse en cada elección. Se precisó llegar a 1972 para poder cambiar esa situación, en que el Estado resultaba un espectador ajeno y lejano a la enseñanza media del país. Algo parecido ocurrió con la creación del Frigorífico Nacional.
 
Añadamos que la malhadada ley de educación del gobierno del Dr. Vázquez le dio un enorme poder a los gremios de la educación, que el propio Presidente Mujica ha reconocido que torna ilusorias las posibilidades del gobierno de influir. Lo más que logró fue que el Presidente de un Consejo tenga doble voto en caso de empate. 
 
Como se advierte, la educación, la vivienda y la salud fueron quedando en manos de delegados gremiales que han actuado con la soberbia del procesado Alfredo Silva, que hacía y deshacía, sumariaba, ascendía, proscribía y hasta nombraba los directores de los hospitales, con episodios tan mentados como el de un establecimiento médico a cargo de un auxiliar de servicio.
 
Esto, paso a paso, casi imperceptiblemente, sin que se advirtiera el enorme cambio cualitativo que se venía dando, hizo que el Frente Amplio pasara a ser el brazo político de la estructura sindical y no a la inversa, como había ocurrido hasta entonces. Poco de socialismo, entonces, y mucho de peronismo, porque el Estado dejaba en manos de las corporaciones gremiales el manejo de los fondos públicos.
 
El esperpento de corrupción que se vive encubre algo de mayor profundidad y que es esta transformación sustantiva del propio Estado. Con algunos ingredientes de orden fáctico, como el hecho de que los legisladores frentistas no tienen capacidad para enfrentar a la dirigencia sindical, como ya se vio en el sonado episodio de la ley de responsabilidad penal empresarial, en que —rodeado el Palacio Legislativo por el SUNCA— los legisladores oficialistas que estaban en contra de la iniciativa no tuvieron otro camino que aceptarla. O como se vio ahora mism,o en el escándalo de ASSE, cuando el senador oficialista Luis Gallo confesó que “el Frente Amplio no quiso o no pudo ir más allá en la investigación por las actitudes del representante de los trabajadores” porque “hubo una defensa del PIT-CNT de las actuaciones de Silva, y eso dejó de lado la actuación política”.
 
Estamos ante algo más importante que la anécdota farsesca de los dirigentes rápidamente seducidos por el poder y le avaricia. Desgraciadamente, el Dr. Vázquez, a cuyo gobierno perteneció la malhadada ley de educación, sigue defendiendo el sistema y esto es, o debiera ser, uno de los temas centrales de la campaña política en que estamos. A quienes gustan mucho hablar de “modelo” de país, ahí tienen un aspecto que hace efectivamente al “modelo”: ¿gobiernan los electos por el pueblo o los representantes de los intereses particulares organizados corporativamente? En una palabra, democracia o fascismo.



Aunque la vistan de seda, la mona, mona queda...
El Batllismo es Colorado
Julio María Sanguinetti
La educación en malas manos
Israel e Irán
Manipulación histórica
Mal presagio
Disco rayado...
El ABC de los populistas
Uso indebido del batllismo
La UAM no termina por superar las dificultades de gestación y parto...
Tomás Laguna
Intransferible
Consuelo Pérez
Proyecto de Ley de Paridad
Jorge Ciasullo
La "Entente Cordiale" de abril de 1904
Daniel Torena
Bienvenidos al populismo de derecha
El metaverso del autoritarismo latinoamericano
Sus erecciones, nuestras palizas
Amnesia e impunidad: la dictadura cubana tiene experiencia en violentar embajadas y asesinar civiles que buscan asilo
Frases Célebres 986
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2021 Correo de los Viernes. Publicación de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.