Correo de los Viernes - Desidia fernandina

Desidia fernandina

Por Consuelo Pérez

No ha dado aún el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) una explicación a la población de los motivos por los cuales el agua que se está suministrando es oscura, huele a cloaca y no se puede consumir.

Más allá de la embestida de Vázquez al insinuar que no se cobrará el importe de dicho suministro – bueno sería– la relación del MVOTMA con la población damnificada es tan oscura como el agua mencionada.

Pero refiriéndonos a asuntos que competen a la Comuna de Maldonado, “para muestra basta un botón”, y la situación que describiremos es sintomática del interés de la comuna por el usuario.

En efecto, en la Terminal de Ómnibus de Punta del Este, principal balneario de nuestro país y de la región, la omisión y abandono son impactantes:

El sector de llegada y partida de los ómnibus, que oficia además de espera de los viajeros, posee un techo a dos aguas compuesto por chapas transparentes de fibra de vidrio.

A la estructura de ese techo accedían palomas, causando un perjuicio obvio a todo el espacio que está debajo.

Para impedir su acceso, la Intendencia de Maldonado hizo colocar una malla de protección horizontal, que impediría el acceso de las aves al sector del techo.

Pero las chapas superiores se rompieron, nadie las cambia, las palomas ingresan al espacio, y se ha generado entonces una gran pajarera, donde los animalitos desarrollan su actividad sin que nadie les moleste.

Es así que la malla de referencia, que cubre toda el área de espera está repleta de plumas, animales muertos, huevos que se cayeron de los nidos superiores, y otras calamidades, ocasionando a los inocentes usuarios que esperan debajo todo tipo de inconvenientes potenciales y tangibles.

Porque es sabido que las palomas trasmiten diversas enfermedades, solamente al estar en contacto con ellas, y más aún respirando dentro de su hábitat.

En otro orden de cosas, en ese mismo espacio de espera, los nichos para la instalación contra incendio están devastados, al igual que lo que en alguna oportunidad fueron mangueras.

Ciertamente este es un caso particular, pero el sometimiento cotidiano de miles de personas inocentes, y la ausencia de respuesta de las autoridades ante los reclamos de usuarios y trabajadores de la Terminal, hablan por sí solas de la manera de actuar de las autoridades de la Comuna.

Los impuestos que se pagan en Maldonado, por ejemplo con referencia a la Contribución Inmobiliaria, son mucho más abultados –teniendo obviamente en cuenta el valor porcentual de la propiedad involucrada – que los que se pagan en Montevideo, lo cual ya lo dice todo.

Pero parece que la ignorancia y el desprecio por el contribuyente y por el usuario en este caso, son comunes a la comuna fernandina y a su pariente capitalina.

Ya hemos apreciado que la mala –o pésima– gestión no siempre va acompañada por una reacción del ciudadano perjudicado a la hora de transformarse en votante.

Parecería que a eso se apuesta en la Intendencia de Maldonado.