Correo de los Viernes - Cosas raras pasan en Salto

Cosas raras pasan en Salto

En una más de sus extravagantes declaraciones, el intendente salteño Andrés Lima, acusó a tres ediles correligionarios del Frente Amplio, de haber adulterado boletas de viáticos en su favor. Las boletas, por unos gastos producidos en un viaje a Rivera, consignarían inicialmente la suma de $ 400 pero figuran con el total de $ 4.400, ya que se les habría agregado un 4.

Tanto la Justicia como la Intendencia investigan el supuesto delito, pero mientras tanto, el Intendente mencionó por la prensa a los tres eventuales responsables del abuso, sus ediles compañeros. Una de ellas, Daiana Añasco, le hizo entonces un juicio por difamación, sin discutir si realmente estuvo o no involucrada en la maniobra original pero sosteniendo que el Intendente la había perjudicado en su imagen pública.

A raíz de ello, la Justicia procesó con ocho meses de prisión al intendente Lima, quien no tendrá que ir necesariamente preso ya que a la vez se le suspendió la pena, a la espera de que el abogado defensor presente su defensa. Todo parece muy raro...

La Corte Electoral tendrá ahora que dictaminar si Lima puede ejercer su cargo o no. Como los procesados tienen su ciudadanía suspendida, es evidente que el Intendente deberá dejar el cargo, aunque sea temporariamente.

Más allá de esas disquisiciones, resulta llamativo que un Intendente haga denuncias contra sus propios ediles, de lo que surgen dos únicas evidencias: o el señor Lima es realmente un difamador o los ediles adulteran boletas, siendo ambas instancias igualmente graves.

Dicen en Salto que el señor Lima es muy voluble de carácter. Algo saben de eso los nueve directores integrantes del gabinete municipal que ya han renunciado a sus tareas en un caso inédito cuando aún no ha pasado un año de gestión.

Eso sí, todo queda en familia, porque el Frente Amplio bien se ha encargado de silenciar estos escándalos nivel nacional, y no hubo ninguna acción de disciplina ni para un lado ni para el otro.