El candidato colorado puso énfasis en sus últimas intervenciones en la necesidad de que Uruguay venza los obstáculos que le impiden ser más competitivo y que obtenga una mayor apertura comercial para defender genuinamente el trabajo de los uruguayos
Tanto el viernes pasado en su presentación conjunta en el Prado con los otros candidatos presidenciales como en una posterior conferencia ante la Cámara de Comercio con Estados Unidos, el candidato colorado Pedro Bordaberry insistió en la necesidad de que Uruguay supere las trabas que le impiden ganar mayor competitividad y que pueda ubicarse en el plano internacional con mayor independencia para lograr acuerdos comerciales por fuera del Mercosur.
Bordaberry demostró un amplio dominio de los temas en discusión. El diario “El Observador” elogió su participación en la conferencia conjunta con los otros candidatos, señalando que se le vio seguro y desenvuelto, lo que no puede destacarse del candidato oficialista Dr. Vázquez, que parece haber aprendido de memoria los guiones que tiene que recitar y los incorpora – como si tuviera un casette – para repetirlos sin gracia ni convicción.
Durante la exposición en el Prado, Bordaberry criticó el estado de la infraestructura vial y valiéndose de términos médicos remarcó la necesidad de aplicar varios “stent” y de hacer un electroshock en rutas , porque parecen una montaña rusa.
Al sostener Vázquez que no estamos tan mal como se augura, Bordaberry parafraseó al contador José Pedro Damiani y afirmó que “los números no mienten, mienten los que hacen los números, si el termómetro nos da fiebre, es fiebre, no nos tenemos que enojar con los números, tenemos que ir a la causa de la fiebre”
Entre otros temas, denunció que las compras de los biocombustibles que hace Ancap a Alur son subsidiadas fuertemente por los compradores de nafta: “de cada 1000 pesos que ponen en el tractor o en el auto, 50 son para el subsidio a Alur”, lo que conforma un disparate.
También se refirió el candidato colorado a la Cancillería, que está perforada por el amiguismo, ya que se multiplico por 4 la cantidad de embajadores políticos, con lo que la diplomacia ha perdido calidad y profesionalidad.
Según El País las respuestas de Bordaberry a las preguntas realizadas en la Rural pueden resumirse de esta forma:
1. COMPETITIVIDAD. El gasto público no puede subir un 17% anual y se debe reducir la emisión de dinero porque acelera la inflación. El dólar subirá y puede disimular los problemas de competitividad de fondo.
2. INFRAESTRUCTURA. Fondo vial de mantenimiento y reposición de US$ 400 millones para superar el rezago de diez años. Sostuvo que las carreteras están deshechas y el MTOP con escaso personal. Asegura que el puerto de aguas profundas hoy es inviable.
3. REFORMA DEL ESTADO. Descarta las privatizaciones pero quiere desmonopolizar áreas como la refinación de combustible. Tribunal de Cuentas debe controlar los resultados y no solo la legalidad de los gastos.
4. POLÍTICA INTERNACIONAL. Salir del Mercosur si este no permite avanzar a Uruguay en Tratados de Libre Comercio.
5. POLÍTICA FISCAL. Corregir el desequilibrio fiscal porque faltó prudencia y en dos o tres años podría ser necesario un ajuste si no se introducen correcciones. La presión tributaria es excesiva.
6. RELACIONES LABORALES. Derogación del decreto que permite la ocupación de empresas por inconstitucional. Cuestionó la ley de responsabilidad penal.
Por aparte, y ante la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos, Bordaberry sostuvo que el próximo gobierno debe decidir si aplicará un modelo de apertura comercial al mundo "en serio" o "si vamos a seguir como estamos", según la prensa (de su 80 aniversario.)
"Hay que cambiar la forma como Uruguay comercia con el mundo", propuso, porque "Uruguay es un país agroexportador, de desarrollo agroindustrial, y no se puede crecer vendiendo eso a Argentina y Brasil porque producen lo mismo".
Bordaberry afirmó que en los últimos diez años" de bonanza económica "nos quedamos haciendo la plancha y no tomamos decisiones" sobre el rumbo del comercio. "Tampoco tomamos decisiones en el sistema educativo, de seguridad y en materia de reforma del Estado, y cuando bajen las aguas van a aflorar esos problemas. Cuando hay dinero eso no se ve", pronosticó. En la misma línea, insistió en que "no hemos aprovechado este Nirvana que hemos tenido".
Bordaberry recordó que a comienzos de la década de 2000, cuando se planteó la crisis en la región, Uruguay y Argentina tomaron decisiones diferentes que desembocaron con el paso del tiempo en situaciones económicas distintas. Recordó que Argentina optó por el default y Uruguay no, pese a que ello fue propuesto. Sin nombrarlo, Bordaberry se refería al candidato frenteamplista Tabaré Vázquez.
Y añadió que el gobierno de entonces, encabezado por Jorge Batlle, debió tomar una decisión para obtener recursos a fin de pagar salarios y pasividades a partir de subir algo los impuestos en vez de aplicar nueva carga fiscal sobre el sector productivo. Según contó Bordaberry, en ese entonces miembro del gabinete, Batlle fue el que decidió porque consideró que el sistema productivo se vería afectado durante décadas, y que en cambio, la economía local se recuperaría en menor plazo. "El Uruguay tenía falta de liquidez, pero no de solvencia", subrayó.
Bordaberry concluyó el razonamiento diciendo que los inversores optaron entonces por venir al país en lugar de establecerse en Argentina por "la seguridad jurídica" que se les ofreció.
