Argucias aplicadas en Lucha contra inflación
Por Darío L. Pimentel
 El equipo económico ha procurado combatir la inflación mediante la rebaja de tarifas de Ute y Antel, acuerdos con empresarios para la congelación de los precios de ciertos artículos, y la disminución del monto en la apuesta del Cinco de Oro.
Las medidas, según destacados observadores, solamente son útiles para ganar tiempo. Estas decisiones, para alcanzar beneficios, requieren soluciones de fondo.
En marzo el IPC alcanzó el 0,58%, en los tres primeros meses del 2014 se situó en 4,74% y en los últimos doce meses se ubicó en 9,73%. En la práctica es obvio que el índice ha sobrepasado el 10%.
En numerosas oportunidades el gobierno frenteamplista ha recurrido a la estrategia de rebajas tarifarias y congelamiento de precios. En todos los casos ha logrado obtener un margen de tiempo –muy corto, por otra parte- para contener alzas en el IPC.
La medición, en los últimos años, se ubicó cinco veces en el orden del 9% y en tres aparece la figura del acuerdo con los empresarios privados, además del control de precios en instituciones públicas o en el mismo boleto del transporte urbano.
Las mayores amenazas inflacionarias se registraron en 2007, 2009, instancias en las que determinaron los acuerdos y los controles de precios. En 2012 también se repitió la estrategia, con la rebaja tarifaria de Ute en diciembre.
En septiembre de 2013 todo el peso recayó sobre la política monetaria; se descartaron controles de precios, pero se aplicó rebaja en la tarifa de Ute, que provocó deflación en diciembre.
Finalmente ocurren las medidas de febrero pasado (mencionadas al principio del artículo); esta vez con algo diferente: la apuesta del Cinco de Oro pasa a costar $30 (el precio hasta ese momento era de $45).
Pero sólo se trata de argucias en los cambios aplicados en el popular juego: baja el monto de la apuesta, pero aumentan significativamente las dificultades de acierto. Ahora en lugar de 44 bolillas, el total alcanza a 48 bolillas. Y esto es mucho.
También es extraño que se tome sólo al Cinco de Oro como influyente en el IPC, ¿la quiniela?; ¿las apuestas en las carreras de caballos?; ¿la ruleta y las máquinas tragamonedas?
Pero en todos estos años, el efecto de las medidas –siempre las mismas, siempre reiteradas- en nada ha cambiado el escenario inflacionario. Y así la experiencia señala que las soluciones aplicadas tendrán un impacto transitorio, porque no existen las salidas de fondo.
Es más: se ha detectado una permanente y repetida aceleración de los precios de los alimentos (algunos ahora con exoneración de IVA), lo cual afecta directamente los bolsillos de la población.
Todos estos recursos aplicados por el Frente Amplio han perdido credibilidad en materia de inflación; credibilidad porque se reiteran los fracasos.
Han pasado los ministros, los asesores, los técnicos. Ninguno ha acertado en la lucha contra la inflación.
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